La Plataforma per la Llengua, la ONG especializada en la defensa del catalán, ha presentado hoy su InformeCAT, en lo que se presenta, año a año, un perfil de la situación de esta lengua. No se trata de un estudio científico, sino de una recopilación de datos diversos, diferentes cada año, que ayudan a perfilar la evolución del conocimiento y el uso del catalán. En el informe 2017, el sexto que se realiza, se constata un cierto avance del catalán, en buena parte como consecuencia de los cambios de gobierno en el País Valencià, en Aragón y en las Balears. El presidente de la Plataforma, Òscar Escuder, ha apuntado que el catalán es una anomalía, porque no hay ninguna otra lengua por su número de hablantes y por su producción cultural, que esté tan desprotegida. Y acusa al gobierno de España de incumplir los tratados lingüísticos que ha firmado (Francia, por su parte, ni los ha aceptado). Afirma que el problema del catalán no viene de los recién llegados, sino de las presiones de los gobiernos que lo tendrían que amparar y no sólo no lo hacen, sino que lo atacan.
Más gente habla y entiende el catalán
Los datos de la Plataforma apuntan que el catalán avanza en hablantes en todos los territorios. En el País Valencià la situación del catalán tocó fondo en 2010, pero desde entonces hay un ascenso de la gente que lo habla y que lo entiende; en las escuelas crece también la presencia del catalán. En Andorra también aumenta el número de familias que tienen el catalán como lengua principal. En Balears el catalán tiende a consolidarse: hay mucha más gente que habla en catalán con su hijo (41,7%) de los que lo hacían con sus padres (36,5%). En Catalunya Nord ha aumentado el número de hablantes en números absolutos, en 8.000 hablantes, aunque porcentualmente hay una ligera disminución del catalán (pero hay un gran número de familias que piden que el catalán se enseñe en la escuela). En cambio, en la Franja el catalán tiende a estancarse. La Plataforma afirma que con estos datos se demuestra que la voluntad de los ciudadanos es que el catalán amplie su presencia en la sociedad.
Noticias positivas
En el campo de la cultura, la Plataforma ofrece noticias positivas. Hay un incremento de la asistencia a espectáculos en catalán: en 2016 un 59,5% de los catalanes habían visto un espectáculo en catalán, frente un 51,4% de 2015 (a pesar de todo, en general en este ámbito hay mucho más consumo en castellano que en catalán, sobre todo por el impacto del cine en castellano). También valoran positivamente que en el mundo de la edición haya crecido el número de títulos publicados en catalán, que haya crecido la facturación de este sector y que la literatura juvenil e infantil catalana hayan protagonizado la Feria del Libro de Bolonia. La Plataforma valora positivamente el hecho de que la nueva gramática catalana sea más receptiva a las diferentes variantes lingüísticas del catalán, porque puede facilitar la consolidación de la lengua en los territorios donde la situación es más compleja.
Lo peor
Plataforma per la Llengua detecta algunos puntos del territorio donde el conocimiento de catalán es muy bajo. En Santa Coloma de Gramanet, sólo un 50,7% de la gente sabe hablar catalán; en l'Hospitalet del Llogregat, un 54,7%; en Cornellà, un 57,2%; y en Lloret de Mar, un 57,3%. En el mundo de la empresa la situación también es compleja: el 90% de los productos que se comercializan son ilegales, porque vulneran el Código de Consumo en su apartado referente al etiquetado, que establece que desde 2011 que todos los productos tienen que estar etiquetados en catalán. Hay empresas como Playmobil o SEAT que no aceptan nada en catalán: SEAT tiene una web en estonio, por tan sólo 1,2 millones de hablantes de estonio, pero no tiene web en catalán, pese a tener su sede en Catalunya. Y hay empresas online, como TripAdvisor, que no permiten ni hacer comentarios en catalán. Tampoco Amazon tiene la web en catalán, pero la Plataforma espera poder presionarlos, aprovechando que se instalan en el Prat.
Donde el Estado bloquea
Plataforma per la Llengua denuncia que en el ámbito de la justicia está donde el catalán está peor. Sólo un 8% de las sentencias se dictan en catalán (hace unos años este porcentaje llegó a situarse en torno al 25%), y dos tercios de los abogados que usan habitualmente el catalán han sido presionados para que no lo usen. El catalán no es requisito para trabajar en los juzgados, y Plataforma afirma que en el mundo de la Justicia, que depende del Estado, estamos peor que hace años. Por su parte, también se detecta un retroceso en Hacienda, que elimina el catalán en muchos de sus formularios y manuales. El gobierno de Rajoy, incluso en funciones, aprobó 62 normativas que discriminaban al catalán. También sigue habiendo casos de ciudadanos sancionados por agentes de las fuerzas de seguridad y funcionarios por hablar en catalán.
Evolución lenta
Òscar Escuder ha asegurado que los cambios en las cuestiones lingüísticas son lentos y que, por lo tanto, todavía queda mucho por mejorar. Por lo tanto, asegura que a la Plataforma le queda mucho trabajo. El presidente de la Plataforma apunta que "tenemos que ser optimistas" porque "la situación poco a poco va mejorando en la mayor parte de los ámbitos". Escuder afirma que, pese a todo, se nota que "no tenemos un Estado a favor del catalán". Mientras el Estado no reacciona, Plataforma intenta motivar a los hablantes, y por eso ha estrenado una web, estimoelcatala, con un juego interactivo para sensibilizar sobre la situación del catalán.