El interés de los inversores por el sector inmobiliario de Barcelona está en auge, según un estudio sobre el mercado de la vivienda realizado conjuntamente por Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Especialmente, el de los extranjeros que ya realizan un 42% de las compras de pisos en la capital catalana y tienen como preferencia los barrios turísticos. Y en un 82% de los casos, estos inversores pagan al contado. "Barcelona es excepcional en volumen de inversión y sobre todo extranjera" ha asegurado al director del departamento de análisis e informes del Grupo Tecnocasa, Lázaro Cubero. Tan excepcional que otra gran ciudad como Madrid sólo tiene un 23% de inversión extranjera en pisos.
Por orden, los barrios más deseados son: Ciutat Vella, Poble-Sec, la izquierda y la derecha del Eixample y Gracia. Ahora bien, cogiendo como referencia la Barceloneta y Sants, el perfil del comprador puede variar significativamente. Mientras que en la Barceloneta, hay un 84% que compran por inversión y un 48% que son extranjeros, en Sants hay un 83% que compra por primera vez una vivienda y el 100% son nacionales.
Barcelona también ha encabezado la subida del precio de la vivienda con un 9,45% más durante el primer semestre de 2016 mientras que al conjunto de España se ha producido un aumento del 8%. Y según Cubero, "el crecimiento del precio de compraventa sigue un paralelismo con el precio del alquiler." De 10 en 10, todo hace que "las rentabilidades se mantengan." También sube en una dinámica muy similar la hipoteca media que se encuentra en un 10,4% en Barcelona y en un 9,8% al conjunto de España. Ahora bien, a pesar de la subida, Cubero ha reiterado que se trata de unos precios "muy interesantes" ya que son un 52,25% inferiores a los del segundo semestre del 2006. Más concretamente, el precio del metro cuadrado ha bajado de los 3.500 euros a los 1.666 euros en una década.
Efectos colaterales por un activo arriesgado
Por su parte, el catedrático de Economía de la UPF y coordinador del estudio, José García Montalvo, ha asegurado que las políticas del BCE que han facilitado el crédito gracias a unos tipos de interés muy bajos están produciendo "efectos colaterales que podrían acabar teniendo un efecto negativo a largo plazo". Y es que algunos perfiles de compradores como son los jubilados, autónomos o los pequeños empresarios siguen buscando rentabilidades superiores al 5 o 6% que impera actualmente en el sistema financiero.
Precisamente por eso, García Montalvo ha querido advertir de los peligros que puede comportar que la vivienda se vuelva a convertir en un "activo refugio" en el cual los pequeños inversores depositen sus ahorros. Tal como quedó demostrado con la explosión de la burbuja inmobiliaria en economías como la de los Estados Unidos o la misma España, la vivienda es "un activo poco líquido, arriesgado e inestable". A la espera de lo que pueda pasar en los mercados financieros.
Limitar o no limitar el precio al alquiler
Montalvo también ha recordado que Barcelona es "una ciudad donde la proporción de alquileres ha sido tradicionalmente muy superior a la media del resto de grandes ciudades." Un hecho que evidencia la "necesidad de un parquet de alquiler grande". Pero según el catedrático, este parquet no se ve en absoluto beneficiado si se ponen puertas al campo como podrían ser las limitaciones de precios planteada por el gobierno municipal de Barcelona.
Tal y como asegura explicar a los alumnos de primero de Economía de la Universidad, el hilo argumental es el siguiente: "poner límites a los precios que pueden ofrecer los arrendatarios es una restricción de la oferta. Eso puede hacer disminuir la rentabilidad de los alquileres y restringir todavía más el número de viviendas de alquiler, haciendo que los propietarios se decanten por vender el inmueble. Aparte, eso puede favorecer la aparición de un mercado negro al margen del precio mínimo". Limitar o no limitar, comprar o no comprar y vender o no vender. Pero sea lo que sea, lejos de la burbuja.