El alcalde de León y miembro del PP, Antonio Silván, ha replicado hoy al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que el primer parlamento del mundo se constituyó en León como reconoce la Unesco, y no en Catalunya como aseguró en una conferencia pronunciada el 27 de marzo en la Universidad de Harvard.
En esta ponencia, Puigdemont afirmó que Catalunya albergó antes que Inglaterra el primer parlamento del mundo, cosa que Silván le ha negado en una carta que le ha enviado al president de la Generalitat, en la que le dice que León es la cuna del parlamentarismo.
"En sus palabras iniciales y parafraseando el violoncelista Pau Casals, situó el origen del parlamentarismo, las primeras Cortes del mundo civilizado, en una ciudad -entonces catalana y hoy francesa- allí por el siglo XI", señala Silván. Al respecto, le recuerda que el año 2013, la Unesco concedió, con el aval de juristas e historiadores de prestigio internacional, el título "Cuna del parlamentarismo" a la ciudad de León, capital del Reino del mismo nombre.
El motivo fue que en 1188 se celebraron, en la Real Colegiata de San Isidoro, siendo rey Alfonso IX, las primeras Cortes con presencia de representantes del pueblo, los cuales se unieron, por primera vez, a la nobleza y al clero en la Curia Regia. En este sentido, el alcalde explica al presidente catalán que el corpus documental de los Decreta (o decretos) de León de 1188 contiene la referencia al sistema parlamentario europeo más antigua que se conozca.
Igualmente destaca en su misiva que en este conjunto normativo originario de León ya se reflejaron conceptos tan en vigor hoy en día como la protección de la persona y sus bienes, el escrupuloso cumplimiento de la ley a todos los estamentos sociales o la promesa del rey de no hacer guerra, ni paz, ni pacto a no ser con el consejo de los obispos, nobles y hombres buenos.
Cita a Tarradellas
Además, recuerda a Puigdemont que su antecesor Josep Tarradellas, "político republicano y catalán de raza, orgullo de la Transición española", afirmaba que Catalunya "tenía que buscar la conciliación y concordia con el resto de España, alejándose de prejuicios nacionalistas y victimismos".
"Hago mías sus palabras y le extiendo la mano como español orgulloso de la historia verdadera de Catalunya y de cada rincón de España, esperando que, como catalán, se enorgullezca de los muchos y estrechos lazos que nos unen a todos como parte de una misma nación, España", concluye la carta.