El cadáver de José Manuel Maza será enterrado sin ser sometido a autopsia, según ha anunciado el embajador de España en Argentina, Javier Sandomingo. El motivo de la decisión es que la causa de la muerte “es natural” y “además en un hospital”, ha insistido el embajador, por lo que la autopsia “no es necesaria”.
El diplomático no lo ha aclarado, pero de sus declaraciones se desprende que el hospital donde murió Maza ha facilitado las evidencias clínicas para declarar la muerte natural. Ordinariamente, un fallecimiento “súbito” o “repentino” suele considerarse “sospechoso” si no hay pruebas forenses en sentido contrario, que habitualmente proceden de los resultados de la autopsia.
El traslado del cadáver de Maza se hará este lunes en un vuelo regular que sale de Buenos Aires a las 17:30 hora española. “No tenemos todos los trámites hechos, pero eso es lo que es posible y previsible”, ha dicho Sandomingo. El traslado corresponde a la familia, de ahí que la embajada no haya cerrado el horario. El hijo de Maza está en Buenos Aires para encargarse del trámite.
Sandomingo también ha explicado que no es necesario un avión de estado para devolver el cadáver a España. “Cuando hay enlaces aéreos normales, no hay ninguna necesidad... Hay cinco o seis vuelos [Buenos Aires-Madrid] todos los días. Entiendo que lo normal es utilizar esos vuelos”.
José Manuel Maza falleció este sábado a causa de una infección renal. Cuando asistía a la asamblea de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos se sintió indispuesto y fue trasladado a una clínica privada, donde falleció. Desde su entorno señalaron que, aunque inicialmente su estado era de cierta gravedad, no se temía por su vida. Tenía 66 años.
El relevo
El gobierno español iniciará los trámites para el relevo de Maza, en un proceso que se prolongará al menos dos semanas y durante el cual se hará cargo del ministerio público el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas.
La normativa determina que el teniente fiscal del Supremo tiene entre sus funciones la de sustituir al fiscal general del Estado en caso de ausencia, enfermedad o vacante.
Navajas ha trabajado codo a codo con Maza contra el independentismo catalán y le acompañó en la presentación de las querellas contra el president Carles Puigdemont y el resto del Govern por delitos de rebelión, sedición y malversación, y contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y cinco miembros de la Mesa que tramitaron la declaración de independencia.
Es la segunda vez que Navajas asume esta función. Con la renuncia de Eduardo Torres-Dulce como fiscal general del Estado, el 19 de diciembre de 2014, Navajas ya ocupó de forma interina el puesto hasta que Consuelo Madrigal tomó posesión como nueva titular, el 13 de enero.
El Ejecutivo debe buscar al sucesor de Maza entre los juristas españoles de reconocido prestigio y con más de quince años de ejercicio efectivo de su profesión. El fiscal general del Estado, cuyo mandato dura cuatro años, es nombrado y cesado por el Rey a propuesta del Ejecutivo tras acuerdo en Consejo de Ministros, pero deber contar con el aval del Consejo General del Poder Judicial y ser oído después en la Comisión de Justicia del Congreso para obtener el beneplácito del legislativo.