Austria tendrá un nuevo primer ministro y todo apunta que será el conservador Sebastian Kurz. El líder del Partido Popular austríaco ha ganado las elecciones, parando el auge de la extrema derecha y todo apunta a una revalidación del acuerdo entre su partido y la socialdemocracia. Kurz, con una carrera política trepidante, ha sido el ministro de Exteriores del país desde 2013 y ha tenido tiempo para pronunciarse sobre el caso catalán.
El pasado 5 de octubre, Kurz expresó el posicionamiento del país sobre la situación en Catalunya. Se mostró preocupado por la escalada de tensión y violencia en la jornada del referéndum y, por eso, pidió "una solución pacífica". Así lo expresó en declaraciones a la agencia austríaca APA, desde donde también añadió que esta negociación tiene que ser en el marco de la Constitución.
Kurz se mostró "muy preocupado" por la "polarización" en Catalunya a raíz de la tensión del 1-O, al mismo tiempo que expresó que "el referéndum no estaba en conformidad con la Constitución", nada sorprendente teniendo en cuenta la posición expresada por la mayoría países de la UE. A pesar de eso, sacó el perfil pactista y contra la actitud del Estado dijo claramente: "la violencia no tiene que ser nunca una solución".