Se ha confirmado esta semana que el CNI ha tenido contactos con el imán de Ripoll, ¿qué piensa cuando oye esto?
Primero, que si nosotros que teníamos esta intuición lo hubiéramos dicho, nos habríamos encontrado con mucha gente que nos hubiera pedido pruebas de eso, y al no poder aportar las pruebas, habrían dicho que mentíamos. Sin embargo había muchas cosas extrañas. Ahora se ha demostrado que este imán no sólo era una persona que el CNI tenía localizada sino que colaboraba con ellos. Eso abre muchas preguntas que nos hacíamos aquellos días y que tenemos derecho a ponernos ahora.
Tenemos el derecho de preguntarnos qué más nos esconden. ¿Hasta dónde llega el brazo largo del CNI en nuestro país? ¿Qué hacen más de 10.000 policías en Catalunya?
Por ejemplo?
¿Está garantizada la seguridad de los catalanes en manos de este servicio de información y esta policía española? ¿No la garantizaban mejor los Mossos d'Esquadra que ahora están intervenidos? ¿Por qué al señor Trapero se lo ha defenestrado y el señor Forn hoy está en la prisión, cuando fueron los verdaderos gestores de la neutralización de la amenaza yihadista en Catalunya? Eso hace crear muchas desconfianzas en el sistema de seguridad español, el sistema de información español. No han sido leales a los ciudadanos. Por culpa de esta deslealtad no sabemos si no hemos podido evitar un atentado y muchos muertos. No lo sabemos. Y tenemos derecho a preguntárnoslo, y tenemos el derecho de preguntarnos: ¿Qué más nos están escondiendo? ¿Hasta dónde más llega el brazo largo del CNI en nuestro país? ¿Qué hacen más de 10.000 policías innecesarios en Catalunya, en un pueblo de paz? ¿Tenemos derecho a preguntárnoslo? Sí. Enric Millo [delegado del Gobierno en Catalunya] nos habría dicho que mentíamos si hubiéramos dicho en agosto lo que ya se olía, que el imán de Ripoll tenía contactos con el CNI. ¿Y entonces, a quién habrían creído, al señor Millo o a nosotros? Nosotros, pruebas no podíamos aportar. Pero era evidente. Y se ha demostrado. ¿Qué se demostrará de aquí a tres meses sobre la Operación Catalunya? Yo, por si acaso, recomendaría a la gente que fuera muy prudente a la hora de creer según qué versiones del Estado español.
¡Qué cinismo! Rajoy, el autor intelectual y material del intento de huida de empresas de Catalunya es el que ahora precisamente les dice que vuelvan
Este jueves el presidente español, Mariano Rajoy, hizo su primera visita a Catalunya después del 155 y pidió a las empresas que no se marchen de Catalunya.
¡Qué cinismo! El autor intelectual y material del intento de huida de empresas de Catalunya para poder explicar lo malos que éramos es el que ahora precisamente les dice que vuelvan. Pues era fácil no haber aprobado un decreto que facilitaba de manera ilegal el traslado de empresas.
La patronal Foment del Treball ha pedido incentivos para que vuelvan...
Encima tenemos que oír la vergüenza que les tendremos que dar un premio fiscal a estas empresas, que se propone incentivos fiscales para las empresas que se han marchado para que vuelvan. Me parece que tendría que ir al revés eso. Tenemos que premiar a las que se han quedado, las que a pesar de las presiones han apostado por continuar en Catalunya. Las que, por intereses que ya explicarán algún día, han cambiado su domicilio social creo que no les tenemos que dar ningún premio. Sólo faltaría. Parece que con eso está incentivando que se acaben de ir las empresas: Vayan, que cuando vuelvan les daremos incentivos fiscales. ¿Esta es la política del PP para estimular la economía? Al contrario. La inmensa mayoría de las empresas no se han marchado. Y los datos económicos, a pesar del relato del PP, siguen acreditando que Catalunya es una economía robusta y solvente. Rajoy se ha dado cuenta del fracaso de su estrategia porque tiene consecuencias económicas para España, y si las tiene para España las tiene para Europa y, aguzando el oído desde el corazón de Europa como estoy haciendo, les aseguro que muy contentos no están. Y que los países nórdicos que están un poco cansados de pagar facturas del sur empiezan a estar preocupados. Que quede claro que la factura económica que Rajoy y el PP y su coalición de socios quería hacer pagar a los catalanes, porque no nos hemos portado bien, según ellos, la puede acabar pagando toda Europa, y probablemente eso explica que ahora Mariano Rajoy intente deshacer el gravísimo error que cometió.