El Consejo de Ministros, reunido en sesión extraordinaria bajo la presidencia de Mariano Rajoy, ha acordado destituir al presidente Carles Puigdemont y todos los miembros del Govern de la Generalitat de Catalunya a raíz de la declaración de independencia aprobada hoy por la cámara catalana. Rajoy también ha decidido disolver el Parlament y convocar elecciones en Catalunya para el 21 de diciembre. El Consejo de Ministros extraordinario ha acordado asimismo presentar el lunes un incidente de ejecución de sentencia ante el Tribunal Constitucional para que se anule el acuerdo que avalaría jurídicamente el nuevo Estado catalán.
El Ejecutivo pone en marcha así la aplicación de las medidas al amparo del artículo 155 de la Constitución después de haber recibido este viernes luz verde en el Senado. "La sinrazón se ha impuesto a la ley en una cadena de decisiones arbitrarias y excluyentes" ha denunciado Rajoy sobre la votación en el Parlament y la marcha del proceso soberanista. Así y todo, se ha mostrado tranquilo con la "confianza de que el Estado dispone de medios suficientes para, de forma pacífica y moderada, recuperar la normalidad y disolver las amenazas que están arrojando sobre la convivencia", ha dicho.
Por este motivo, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a cinco decretos:
1. Cese del presidente Carles Puigdemont.
2. Cese del vicepresidente Oriol Junqueras y todos los consellers del Govern, a excepción de Santi Vila.
3. Designación de los ministerios como órganos encargados de asumir las funciones de las conselleries. Este decreto también incluye un anexo de equivalencias para aquellas funciones que presentan más dudas, según explicaban fuentes de la Moncloa.
4. Extinciones y ceses de los órganos: Diplocat; Consejo para la Transición Nacional; representantes de la Generalitat en Bruselas y Madrid (Amadeu Altafaj y Ferran Mascarell), pero no las oficinas que regentan; cese del jefe de la Policía Autonómica (Pere Soler) y del secretario general de Interior de la Generalitat (César Puig).
5. Decreto de convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre y consecuente disolución del Parlament de Catalunya.
Fuentes del ejecutivo recuerdan que con la destitución del Govern también quedan fuera de la administración sus cargos de confianza –miembros de gabinete y asesores–, unos 140 trabajadores aproximadamente.
Las fuentes consultadas añaden que aunque Puigdemont o los consellers persistan en su cargo, quedan suspendidos de sueldo y de la capacidad en firmar documentos. Si lo hicieran estarían incurriendo en un delito de usurpación de funciones. Así las cosas, el Gobierno huye de explicar a quién correspondería echarlos y cómo, pero todo apunta a que tendría que actuar la Fiscalía por la vía penal. Precisament, el jefe del ejecutivo central ha tachado al Govern y los diputados de Junts pel Sí y la CUP de "partidarios del cuanto peor, mejor, que han liquidado el catalanismo pactista e integrador", ha denunciado.
La cuestión es que Rajoy se ha mostrado solemne, pero directo en la comparecencia –sin preguntas– en la Moncloa hacia las 20:15h. Ante el atril ha denunciado la declaración de independencia como "desgarradora, triste y angustiosa", afirmando que era la sensación de los catalanes independentistas o no y "no podían permitir esta situación basada en mentiras fraudes, imposiciones" se ha descargado. Así pues, ha argumentado sus decisiones para "devolver la legitimidad democrática al autogobierno", ahora "liquidado".
La convocatoria de elecciones "limpias y legales" es el ámbito donde el jefe del gobierno se ha extendido con más profundidad. Primero ha recordado que este jueves Puigdemont tuvo "oportunidad de convocar elecciones", y no lo hizo. Por este motivo, Rajoy pondría "las urnas de verdad, que tienen controles, que pueden poner las bases de la necesaria cooperación entre catalanes". Aquí ha insistido en que su deseo nunca fue posponer los meses vista los comicios, pero la declaración de independencia había precipitado la decisión "para que no se puedan abordar ilegalidades" en nombre del Parlament.
Finalmente, el presidente ha dado las gracias a PSOE y Ciudadanos, también a Pedro Sánchez y Albert Rivera respectivamente "por unas medidas que comparten y han ido proponiendo", así como a los partidos que se presentan con el Partido Popular a las elecciones: Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y Foro Asturias. Eso lo ha permitido abrir pie a una reflexión y es que esta jornada era "un día para la tranquilidad y esperanza de todos los españoles". "Catalunya necesita reencontrarse con la ley, la verdad y con sí misma" para volver a la "convivencia y la concordia", ha zanjado.