Aguantar el teléfono a un paciente de coronavirus para que pueda despedirse de su familia. Coger la mano. Impotencia. Compartir miedos. Contacto humano. Prepararse de una día para otro. Estas son sólo algunas de las cosas que muchas enfermeras han hecho durante la pandemia. "Estos días, hemos vivido cosas muy intensas, desde las primeras altas de pacientes que habían pasado por la UCI hasta gente que no ha salido", explica la enfermera Anna Alonso, que normalmente es gestora de casos, aunque la Covid-19 le ha modificado las tareas.
En motivo del 12 de mayo, día de la enfermera, ElNacional.cat ha querido recoger el testimonio de dos enfermeras del Hospital Sant Pau de Barcelona que han trabajado en la primera línea del coronavirus. Alonso explica el caso de una paciente que ya conocía por más de un año por su trabajo habitual que murió de Covid-19. "Pudimos preparar una videollamada con su familia", detalla. "Intentas que el luto sea un poco más 'normal', que se puedan despedir" y añade que desde el hospital se ha intentado que en el último momento pudiera entrar alguien de la familia. Ahora bien, tal como explica, la carga emocional es muy fuerte.
"De un día para otro nos dijeron que tendríamos pacientes de Covid. Al día siguiente, 36 pacientes nuevos. Fue de sopetón, nos tuvimos que adaptar a los EPI, cambiar de equipos...", detalla con intensidad la enfermera Raquel Campo, que habitualmente trabaja con pacientes en la sala quirúrgica.
Equipo de profesionales sanitarios del Hospital Sant Pau de Barcelona / Cedida por Raquel Campo
En este sentido, refuerza la idea de que las enfermeras son "uno de los colectivos que más ha tratado con el paciente" y detalla así que "todos los miedos e inquietudes del paciente las hemos vivido".
Alonso explica que la red de apoyo entre los mismos profesionales es muy buena. "Tenemos una línea de atención psicológica y psiquiátrica. Y a nivel de sala y equipo todo ayuda. Por ejemplo, que tu compañera te cubra para que tú puedas ayudar a un paciente", insiste. "Es aquí donde se ve el trabajo de equipo".
Precisamente, de las muchas cosas que seguramente se aprenderán en esta pandemia, Alonso resalta el equipo humano y como este ha respondido.
El miedo a un rebrote
A pesar de eso, hay una preocupación que no se calma y es la de un posible rebrote. "Nos preocupa no porque no estemos preparados, porque lo estamos, sino porque ahora estamos cansados física y mentalmente", subraya. "Hace un mes y medio que no duermo con mi marido ni doy besos a mis hijos", dice.
Así, Campo también explica que no sólo existe el miedo o la ansiedad de contagiarse a uno mismo, sino que también existe la de contagiar a la familia.
La inquietud en relación a un posible rebrote se comenta y se comparte entre el personal sanitario. "Vemos que la gente no hace las cosas bien, se han relajado mucho y pienso que tienen poca memoria respecto de lo que se ha vivido. La gente ya se ha olvidado del colapso total de estos meses". Y concluye: "Es un virus incontrolable, tenemos miedo porque no sabemos cómo acabará todo".
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