El manifiesto de los 200 lingüistas ha creado polémica. El requerimiento del grupo Koiné de que el catalán sea la única lengua oficial de una república catalana, sumado a la calificación de “colonos involuntarios del franquismo” de la inmigración castellanohablante, hizo levantar este miércoles a Lluís Rabell de la butaca roja del hemiciclo. “Por primera vez dentro del campo soberanista aparece una posición racista, fundamentalista”, clamó.
Ha recibido opiniones de todos colores por haber calificado de “racista” el manifiesto de los Koiné. ¿Se reafirma en aquello que dijo?
En ningún caso fue un calentamiento de boca ni una voluntad de insultar, sino una caracterización política. El manifiesto es racista y alguien lo tenía que decir. No en el sentido de que evoque la raza, la sangre o la pureza étnica, sino de una actitud de supremacía cultural basada en un relato falso de la historia nacional. Se evoca la cultura como una cosa abstracta, absoluta e inamovible, que genera una diferenciación social. No es por casualidad que se utilice la expresión de los colonizadores involuntarios del franquismo que dice que ha representado la inmigración. Los movimientos vecinales, sociales, el sindicalismo, que han traído las libertades democráticas a Catalunya, se han nutrido de esta supuesta colonización involuntaria. La Federación de Vecinos de Barcelona, entidad inicialmente montada por los franquistas, fue justamente arrancada cuando la charnegada de los barrios populares fue lo bastante fuerte como para conquistar la dirección. Y fue esta federación la que montó la manifestación "Llibertat, amnistia i estatut d'autonomia".
¿Cuál o qué lenguas oficiales tendría que tener una eventual república catalana?
¿Y si no tenemos ninguna lengua oficial? En nuestra cultura política todavía pesa mucho la idea de que tiene que haber lenguas oficiales en los estados. Pero no es una verdad absoluta en las democracias. La americana no tiene, y cuando ha habido algún intento de hacerlo ha estado por parte de grupos conservadores, ante el progreso de los hispanohablantes.
¿Qué pasa con las comunicaciones oficiales o la lengua de la escuela?
Justamente cómo lo ha dicho la izquierda. La izquierda en este Parlament, el PSUC, fue quien defendió contra Convergència que hubiera una red única escolar. La política inicial de CDC era hacer una red segregada, una de catalanohablantes y otra de castellanohablantes. Después todo el mundo lo ha asumido, pero son precisamente los ‘colonizadores’ quienes impulsaron una red única. Si se habla catalán oficialmente en Catalunya, es precisamente porque los castellanohablantes lo defendieron. Es cierto que la lengua ha sido minorizada y hay que protegerla desde las políticas públicas, haciéndola lengua de la administración y vehicular y troncal en las escuelas.
Si se habla catalán oficialmente en Catalunya, es precisamente porque los castellanohablantes lo defendieron
En todo caso, en la mayoría de estados del mundo hay una lengua oficial única.
Sí y empezando por el español. Y este es precisamente un problema. Una de las buenas políticas que tendría que impulsar la Generalitat es que todas las lenguas fueran oficiales en el Parlamento español. Y que el catalán fuera una lengua reconocida a nivel europeo. Nosotros somos partidarios de esta protección y promoción del catalán. El problema del manifiesto es que dice que en una república catalana por fin el catalán será la única lengua oficial, considerando que el castellano no forma parte orgánica de la nación catalana. Que no hay una cultura catalana en castellano, que es una imposición, una impostura.