“¿Qué quieres ser de mayor?”. Una pregunta tan innocent acostuma a tenir respostes de somnis de futur basats en projeccions infantils: futbolista, astronauta, bomber, etc. Però si són les nenes Borbons les que reben aquestes cinc paraules, la cosa canvia. Durant les seves vacances a Palma, la reina i les seves filles van visitar un centre educatiu acompanyats de la ministra d'Ensenyament. Durant la ronda de preguntes, una altra nena li va fer aquesta pregunta a Elionor. Intervé Letícia fent de Letícia: “Lo que tiene que (ser), no lo que quiere (ser)”.
La tirania de Letícia amb les seves filles és de tots sabuda. Però ara, dies després, hi ha qui encara reflexiona sobre aquest estirabot reial i li dedica a la reina, i especialment a Felip, un text demolidor. A Diario 16 s'han fet ressò d'aquells fets i no es mosseguen la llengua: "¿Qué clase de adoctrinamiento le han aplicado sus padres a Leonor para que, con catorce años, asuma que no puede “querer ser” por culpa de que “tiene que ser”, y que, además, ella ni siquiera sea capaz de ser un poco rebelde, y espontánea, aunque solo fuera por un error de código en la respuesta, cuando otra niña como ella le pregunta sobre su futuro y su madre le tapa la boca en público y, al mismo tiempo, corrige la pregunta de la otra, insisto, solo una niña, no vaya a ser que se destruya, supongo, el “pacto constitucional” firmado bajo amenaza hace más de cuarenta años, pero que tanto respeta el Gobierno?".
El cronista parla de les mentides que els pares li estaran explicant a Elionor, "como para que llegue a creerse que las leyes de su país le ordenan lo que ella “tiene que ser” cuando sea mayor". Les preguntes sense resposta són tan rotundes com aquesta: "¿Como se han atrevido, por muy padres suyos que sean, al riesgo de cultivar en el inconsciente de su hija el odio inducido hacia la misma sociedad que le da de comer, pues es a esa sociedad, y a sus normas, a las que sin duda han hecho, hacen y harán siempre responsable de lo que ella “tiene que ser” en el futuro, como si se tratara de un designio divino cuya contraparte consistirá en soportar el escarnio público que sin duda recibirá?". Dibuixa Felip i Letícia com dues persones que li renten el cervell a les seves nenes, i que amb això, l'únic que fan és establir "el primer escalón para cultivar en sus hijos, los herederos con una carga genética más que conocida, por cierto, los peores instintos contra el mundo que les rodea cuando se terminen convirtiendo en reyes o reinas porque, por ambición o cobardía, ni quisieron ni se atrevieron a renunciar".
"La monarquía, en España, envenena. Felipe VI es culpable de no pedir perdón en público y allí mismo, en el acto, a la niña (que va fer la pregunta) y a los presentes. Como no lo hizo, ya van diez días en los que el autoritarismo abusón (con el agravante de infantil), prepotente, barriobajero y Borbón lleva ganando la partida y, con ello, Felipe VI se convierte en culpable por no emitir un comunicado oficial de la Casa Real pidiendo perdón". Lamentablement, molt ens temem que ja pot esperar assegut. L'únic perdó que es recorda és el de Joan Carles després de caçar elefants. I mirin tot el que ha continuat fent després enfotent-se dels ciutadans.