Als seus 60 anys, David Cantero no està per a mitges tintes. L'emblemàtic presentador d'Informativos Telecinco fa temps que diu el que li surt de dins. I sovint, les seves paraules estan carregades d'indignació. No tant davant de les càmeres, que també, sinó especialment quan aborda les xarxes socials.
Fa uns mesos, en plena pandèmia, atonyinant els incívics amb paraules gruixudes: "A ver, a toda esa panda de descerebrados que ni se entera ni se quiere enterar, ¿Pero qué hace falta para que hagáis caso de una puñetera vez? Miles de muertos, de contagiados. Los que se saltan la cuarentena y difunden mierda todos los días en una actitud criminal. Quedaos en casa. No jodáis más. No difundáis mierda. Es el momento de hacer un censo definitivo de verdaderos....". Uns punts suspensius on se li entenia tot.
Ara no hi ha hagut lloc per als punts suspensius. Els darrers capítols viscuts als carrers de diferents ciutats catalanes després de l'empresonament de Pablo Hasél han deixat unes imatges que han remogut Cantero. El periodista es descriu a ell mateix com a algú que ha deixat de creure en la humanitat, amb una visió molt pessimista del que l'envolta: "Últimamente, en demasiadas ocasiones, me siento al borde del naufragio, siento como mi alma es arrastrada a las profundidades al contemplar el comportamiento de una parte significativa de esta sociedad demente y fallida que hace aguas, que naufraga sin remedio".
Cantero, deprimit, i no sembla que amb sensació d'anar a millor: "Pocas veces en mi ya larga carrera he sentido tanto abatimiento ante la actualidad; así que puedo imaginar el hastío que sienten los espectadores cuando les contamos lo que sucede... Tras un largo año de pandemia, de enfermedad, de miserias y de muerte, es duro e inconcebible tener que contemplar otra vez la barbarie, la locura y la violencia en las calles... ". Cantero, incrèdul: "Otra vez, día tras día, realmente por nada, para nada, tal vez por una absurda afición a la brutalidad, al caos, a la anarquía y al mal... A delinquir con pretextos tan insustanciales e insostenibles que cuesta creerlo...".
Cantero emplaça qui sigui a reaccionar: "tendrían que hacer algo ya, que deberían hacer lo que fuera de forma extremadamente urgente... O todo se ira definitivamente al garete, por no decir a la "mierda"...". I es pronuncia sobre la llibertat d'expressió: "No nos falta la libertad de expresión, lo que realmente escasea es el sentido común y la educación y la cultura y la sensatez y la decencia y la sensibilidad y el respeto y la responsabilidad y la dignidad y la humildad y la coherencia... No sé a donde va el mundo al que trajimos a nuestros hijos, y eso da mucho miedo...".