Sálvame torna després de vacances i quan es queda sense temes recorre al bagul dels èxits. Les mil malalties de Kiko Matamoros, la indignació permanent de Belén Esteban o Lydia Lozano plorant. Si la periodista del cor és un gènere en ella mateixa, els seus plors són un subgènere televisiu de primer ordre. Per què plora Lozano així? En Blau té les fotos que ho responen. Primer de tot, la conversa amb Jorge Javier:
El programa baixa la llum, posen música de pena, saben què ve: "No es normal que llore cada dos por tres, que esté a flor de piel. En casa estoy igual. No es miedo. No sé. Pero es verdad. En estos momentos todos esta mos preocupados por nuestras madres, sí. Aunque estén bien. El foco es el miedo. No lo quiero hablar. Es por algo de mi casa. Lo que me pasa es lo que le pasa a todo el mundo. Lo he pasado con mi madre pero no quiero hablar de esto". El programa puja d'audiència cada cop que emet imatges així:
S'excusa que a casa seva, amb el marit i la mare, sempre es fa la forta i a plató es desfoga tantes hores: "Fuera de aquí siempre tengo que estar a 10 de ánimos e intentar que no se me vea preocupada. Siempre soy la que está más arriba, en el escalón más alto de risas, pero estoy mucho más sensible y aquí lo saco. Mi madre es la persona que más me conoce. En julio si estamos vacunados me iré a la isla canaria de La Palma con ella. La playa nueva no la ha conocido. Mamá tiene que ver la playa". Li fa petons a la mare, que té 91 anys, no a la cara sinó al cap, no li treu la mascareta. Aquestes són les fotos mentre passegen:
¿Y Charlie te entiende? "Me dice que no va a pasar nada. No quiero hablar. Tengo más miedo por Charlie que por mí. Tengo miedo por mis seres queridos. A mí que me caiga lo que sea".
Després d'un any de pandèmia hi ha persones que no la normalitzen. Conserven la feina i són negatius de Covid però no suporten la por. Drama a can Lozano.