A Madrid, el govern municipal de Martínez Almeida ha tingut la genial idea de decorar algunes zones de la ciutat de cara al Nadal amb unes banderes espanyoles gegants plenes de llums leds. Un esperpent rojigualdo que corrobora la deriva ultrapatriòtica d'una ciutat on la dreta cada vegada se situa més a la seva dreta.
Que el motivo navideño para nuestro alcalde #Madrid sea una bandera “enorme” de luces... ES PENOSO. Donde quedó la ilusión que a todos nos traslada a un mundo de fantasía.... ? Se lo ha cargado Vox con su sucio patriotismo de banderas. pic.twitter.com/XpBvG9LBgB
— paco (@pacoguerreros) November 29, 2020
Exaltación ultranacionalista desquiciada con la disculpa de la Navidad. pic.twitter.com/wCEr06NJsx
— Mauro Entrialgo (@Tyrexito) November 29, 2020
En el momento que los fachas se adueñaron de la bandera de España, Dejo de representarnos al resto ! A parte que decorar una de las de las calle más significativas con una ristra de luces de colores emulando la bandera, es de mal gusto y hortera #Madrid #alumbradonavideño #Xmas pic.twitter.com/8F1RN3LALL
— beita ;) (@beita47) November 30, 2020
Una decoració grotesca i recarregada per deixar clar quan vas per Madrid que "Madrid es de todos. Es España dentro de España. Madrid, ¿qué es, si no es España? No es de nadie porque es de todos" com diria Isabel Díaz-Ayuso. Un espant que l'alcalde ha defensat al programa d'Ana Rosa Quintana. Madrid llueix així i durant totes les festes a l'eix Prado-Recoletos. Tot i que s'ha trobat amb la inesperada crítica de qui menys es pensava, la mateixa presentadora.
Perquè AR no està del tot convençuda. Però no es precipitin. El que no li agrada és l'estètica. Evidentment, està encantada amb l'espanyolitat que transmet. Li etziba a Almeida: “Me encanta la bandera, me encanta la bandera de los puentes, pero la de los lados se ha pasado un poco… Haber puesto algún angelito, alguna cosa navideña. Y luego quite usted los pirulís alrededor de la fuente son horrorosos, que sé que no son de usted”. Resposta de l'alcalde?: “Queríamos transmitir que después de todo lo que hemos tenido que pasar, la tragedia, el drama, colocar la bandera de España es lo normal en una capital de una nación como es Madrid. Se puede discutir si se podía haber puesto más tramo o menos tramo”.
Però Quintana continuava amb la seva justificació: “Creo que se ha pasado, pero es una opinión estética, nadie discute la bandera”. I Almeida, que no deu estar acostumat a rebre peròs d'Ana Rosa, li deixa anar: “Al que le moleste ver la bandera de España, en un año tan duro, un símbolo que representa a todos, nos cobija a todos y me sorprende que haya este debate… El elemento que fuera a lo largo del Paseo del Prado tenía que ser un elemento de continuidad, con una perspectiva amplia y pensamos que la bandera de España daba un tratamiento homogéneo a ese tramo urbano”. Pots veure-ho clicant a la foto:
"Maria, Maria, ven acá corriendo, que el chocolatillo se lo están comiendo"... Potser alguns el que han fet amb el chocolatillo és fumar-se'l per tenir la idea de posar aquestes banderes allà al mig.