Després d’haver deixat enrere la malaltia que li va fer travessar un veritable calvari, Violeta Mangriñán ha recaigut. La concursant valenciana de realities de Telecinco torna a tenir anorèxia, la patologia que durant un munt de temps es va negar a acceptar però que, arrel del debat que generava la seva imatge a les xarxes socials cada cop que sortia a la tele, ja fa mesos que va revelar públicament que patia. “Hoy no os saludo con la misma efusividad que siempre. El tema que voy a tratar es bastante serio y a mí me está quitando la vida”, lamenta al darrer programa que ha emès al seu canal de Mtmad.
Quan semblava que s’havia recuperat, els trastorns alimentaris tornen a la vida de Mangriñán: “No soy una enferma terminal ni mucho menos, pero sí tengo un problema, y el primer paso para solucionarlo es reconocerlo. Sabéis que tengo un problema con la alimentación. Lo he contado y me podía callar”. Aquesta vegada ha estat el seu nòvio qui s’ha adonat que alguna cosa no anava bé. Ella ho explica així: “Normalmente, intento comer sano de lunes a domingo, pero un día me salto la dieta, y esos días que lo hago me siento muy mal hasta el punto en el que, después, me tiro dos o tres días sin comer, y es mi propia pareja Fabio la que me dice que ya está bien, que necesito ayuda”.
Un suport que, més enllà dels professionals de la salut que la tracten, ha trobat en una bona amiga, Marta López Álamo, parella de Kiko Matamoros i famosa també del grup Mediaset: “La tengo martirizada, pero porque ha pasado por un problema igual y siempre tendemos a desahogarnos con quienes nos pueden entender mejor. Yo llamo a mi madre o mis amigas y no me entienden. Mi novio tampoco me entiende. Necesito a alguien que se ponga en mi situación, y ella me está ayudando muchísimo”.
I és que per més que el seu entorn ho intenti, a tots els costa d’entendre com de malament se sent amb ella mateixa si, per exemple, s’acaba de menjar un gelat, afirma. Bé, a tots no. Marta López li fa costat. “Contarlo me da vergüenza, porque me cuesta compartir mis debilidades o mis trapos sucios. Pero me pasa esto, necesito ayuda, la he buscado y la he encontrado. Antes, cuando vivía en València, tenía una psicóloga, pero ahora por la Covid-19 y el trabajo no me viene bien ir tan de seguido hasta allí, así que he tenido que buscar ayuda más cercana en Madrid, porque no puedo seguir así”, relata als espectadors per deixar ben clar que està decidida a plantar cara per deixar enrere l’anorèxia.