La avellana de Reus es un fruto seco de cualidades gastronómicas y alimenticias excepcionales, ideal para consumir en cualquier momento del dia. Un ingrediente tradicional a nuestra gastronomía que es perfecto para cocinar y acompañar varios platos típicos catalanes como por ejemplo el romesco.
Precisamente para conservar su esencia y cualidades, es un fruto que tiene una Denominación de Origen Protegida (DOP): La avellana de Reus. En concreto se protegen las variedades negrita (la más cultivada), paueteta, Gironella, morella y culplana.
Las variedades protegidas se tienen que presentar al consumidor como avellanas con cáscara, en grano o tostadas. Además, tienen que estar debidamente calibradas. Las que se presenten con cáscara pueden ser de dos tipologías: muy grandes (con un diámetro de 18mm) o grandes (con un diámetro de 16mm o más).
La producción de la avellana
La Avellana de Reus es un fruto que tradicionalmente se cultiva en una amplia zona de las comarcas tarraconenses del Alt Camp, el Baix Camp, la Conca de Barberà, el Pirorat, el Tarragones y la Terra Alta. Sobre todo en las localidades de Reus y Selva del Camp.
Se produce en una zona de topografía accidentada con altitudes que van desde casi el nivel del mar hasta los 1000 m.
Durante los meses de febrero y marzo, los fuertes vientos de mistral que soplan en la zona ayuda en gran medida a la polinización.
La avellana y la salud
Incluir pequeñas cantidades de avellana en la alimentación diaria reduce el índice de colesterol en la sangre. Esta afirmación se después de los estudios médicos promovidos por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de Catalunya, por el Consejo Comarcal del Baix Camp y por la Fundación Joan Abelló de la Facultat de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Rovira i Virgili (URV).
La avellana de Reus, como complemento de la dieta alimenticia, es altamente beneficiosa para la salud
Un ingrediente más en la cocina
La avellana se puede comer tanto cruda como tostada y forma parte de muchas recetas típicas de la cocina catalana, especialmente en repostería y pastelería. Se puede añadir a todo tipo de recetas, como galletas, flanes o mousses.
También es el ingrediente principal de una de las salsas más destacadas de nuestra gastronomía, el romesco, preparada con ajos y tomates escalivados y pimiento escaldado, imprescindible a la hora de comida los calçots.