La mongeta del ganxet (judía de gancho) es un producto típico de la cocina tradicional catalana. ¿Quién no las ha probado alguna vez pasadas por la sartén con un poco de tocino, en un empedrat o de acompañamiento en un plato de butifarra?

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Este producto tan preciado de nuestra gastronomía es una variedad típica de la zona del Vallès, el Maresme y algunas zonas de la Selva. Se caracteriza por tener los granos blancos, ligeramente brillantes, aplanados y fuertemente arriñonados.

Una de sus características principales es precisamente el motivo de su nombre. En uno de sus extremos, este producto tiene un gancho que es el que da nombre a esta variedad.

Se tiene constancia escrita de su cultivo en el Va­llès a finales del siglo XIX bajo el nombre de filaire, sinónimo antiguo de gancho, cuando se consumía también como judía verde. Pero no es hasta el siglo XX que aparece por primera vez en la literatura con el nombre de gancho.

Un sabor que merece la DOP

Las judías bajo esta denominación de origen protegida son las que se cultivan en la zona que se extiende desde la depresión del Vallès hasta el valle y delta del río Tordera. La mayoría de plantaciones están en el Vallès Oriental (54% del total), el Maresme (24%), el Vallès Occidental (13%) y la Selva (9%), pero también hay otras zonas de Catalunya donde se cultiva, como el Bages, pero que actualmente se encuentran fuera de la DOP. Hay que destacar que esta variedad de judía no se cultiva en ningún otro lugar del mundo.

Hay que destacar que esta variedad de judía no se cultiva en ningún otro lugar del mundo

Las judías protegidas son de calidad extra y son reconocibles por su cremosidad y su sabor extremadamente suave, fino y persistente. En boca deja una sensación harinosa y un sabor consistente que lo hacen ideal para los guisos y las ensaladas frías.

Actualmente, la mongeta del ganxet se comercializa bajo las presentaciones de secas, cocidas para su consumo el mismo día y secas y envasadas.

A fin de que las judías de gancho puedan ser consideradas con denominación de origen, se tiene que probar, mediante una serie de elementos, que el producto es originario de la zona y tienen que cumplir unas características de producción, elaboración, designación y comercialización.

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