El Baix Ebre y el Montsià son dos de las comarcas con más tradición de cultivo del olivo de Catalunya y también es donde se encuentran los olivos más antiguos de Catalunya. Según los historiadores, el olivo fue introducido en la zona por los griegos, y más tarde por los romanos.
La actual denomonació d'origen protegida Baix Ebre – Montsià es un premio a la riqueza de la tierra y el esfuerzo de los productores por mantener la tradición de un cultivo milenario, que a pesar del paso de los siglos, todavía conserva sus raíces.
La DOP Baix Ebre – Montsià ocupa la zona de cultivo de olivos más antigua y extensa de Catalunya
Sabrosos y muy aromáticos, así son los aceites de oliva virgen extra de la denominación. Un territorio que centra la producción en tres variedades autóctonas, la morruda, la sevillana y la farga. Unas variedades que tienen un color que va desde el amarillo verdoso hasta el amarillo dorado según la época de la cosecha y la situación geográfica.
Un territorio privilegiado
La DOP Baix Ebre – Montsià ocupa la zona de cultivo de olivos más antiguo y extenso de Catalunya. Representa aproximadamente un 60% de la superficie total del cultivo de olivos de la provincia de Tarragona y un 40% de la superficie total de Catalunya. Se trata de un enclave único, con tierras muy fructíferas gracias al río Ebro.
Se trata de un enclave único, con tierras muy fructíferas gracias al río Ebro
La riqueza de la tierra, el clima, el suelo y el agua alimenta las raíces de una tierra que da frutos de máxima calidad. Es por eso que el objetivo del Consejo Regulador es controlar que este nivel de calidad se conserve en todo el proceso de elaboración. Todos los aceites que pasan los controles de calidad son marcados con el sello de la denominación de origen.
Esta sirve para diferenciar los aceites vírgenes extra con denominación del resto de aceites que se producen en la zona.
Características y variedades de la DOP
Los aceites son limpios, transparentes, sin velos ni turbiedad. Tienen un sabor afrutado al principio de la campaña y ligeramente dulce a medida que esta avanza. Una vez en el paladar recuerda a la manzana, la almendra verde y el plátano y este sabor equilibrado dulce convive con toques ligeros de amargos y picantes.
A pesar de estas características comunes hay elementos diferentes según la variedad:
Farga
En la variedad farga podemos notar un equilibrio entre dulce y picante, con uno amargo menos intenso que en las otras variedades. Los aromas que se desprenden recuerdan a la hierba cortada, el hinojo, la almendra verde y tiene algunos matices de plátano.
Morruda
La variedad morruda es un aceite rico en el que predomina el picante y el amargo. Además, también podemos encontrar aromas de hojas de olivo, alcachofa o tomatera. El conjunto resulta potente e intenso.
Sevillana
A diferencia de las dos variedades anteriores, en boca es claramente dulce, con un picante y amargo muy ligero. Tiene una sensación final de boca de tipo almendrado.
Si todavía no has probado el aceite Baix Ebre - Montsià, aprovecha las jornadas gastronómicas que se realizan en el territorio o las recetas que sirven en los restaurantes de las dos comarcas, como los tomates asados con aceite de oliva, la crema de berenjena con aceite de oliva virgen y los medallones de rape y patata al perfume del aceite de romero.