El turrón de Agramunt es muy típico durante las fiestas de Navidad, aunque cada vez más se consume en otras épocas del año. No sólo es un excelente postre, sino que también se puede consumir para desayunar o para merendar.

Los primeros documentos escritos donde se habla de la tradición turronera de Agramunt fechan del siglo XVIII. Durante la guerra civil y los primeros años de la posguerra, su producción disminuyó por falta de ingredientes como la avellana. Sin embargo se mantuvo la producción artesana. Gracias a los mercados y a las ferias, su fama se extendió por todo el territorio.

Actualmente lo podemos encontrar también en tiendas y supermercados que le han facilitado un reconocimiento, gracias también a los distintivos otorgados. El año 1984 la Generalitat de Catalunya le otorgó una Denominación de Calidad y el año 2002 fue reconocido en el ámbito de la UE con una Indicación Geográfica Protegida (IGP).

 

 

Los ingredientes

El turrón de Agramunt es una pasta hecha con miel, almendras o avellanas, previamente peladas y tostadas, azúcar y/o jarabe de glucosa, clara de huevo y pan de ángel. Tiene una textura irregular, tosca, con porosidad y de pasta dura pero que se rompe sin esfuerzo. El más típico y conocido es el de avellanas.

La elaboración, paso a paso

Las avellanas se tienen que tostar y una vez|golpe frías, se pelan. En el caso de las almendras, primero se pelan y después se tuestan.

En un perol se calientan la miel y el azúcar, hasta que la mezcla absorbe todo el agua. Se enfría ligeramente y se añade la clara de huevo. Acto seguido, se cuece la mezcla y se añaden las almendras o las avellanas.

Con la pasta todavía caliente, se mujer la forma característica del turrón de Agramunt, en baldosas redondas o rectangulares, empanadas de pan de ángel, de varios tamaños y pesos.

Se deja enfriar.

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