El pasado 7 de febrero es un día triste para la reina Letizia. Hace 16 años falleció su hermana Erika Ortiz. Por primera vez, los ojos de la reina derramaron lágrimas sin consuelo delante de las cámaras. Era un día teñido en negro para ella y para toda la Casa Real. Al funeral asistieron las infantas Cristina y Elena, y los eméritos, Juan Carlos I y Sofía, además de Felipe. Erika fue uno de sus grandes apoyos. Estaban muy unidas. Un duro golpe que le costó asimilar.
Erika Ortiz falleció un 7 de febrero de 2007. Su pareja, Alberto García se la encontró muerta en el dormitorio de la casa de Vicálvaro donde la reina vivió de soltera. La joven vivía con su hija Carla, pero aquella noche la pasó sola. Aquella trágica noche, la pequeña durmió en casa de una vecina, lo que levantó todo tipo de especulaciones sobre si fue premeditado. La hipótesis se refuerza con las cartas escritas que dejó a algunos de sus familiares.
Juan Carlos I se vio salpicado en la muerte de Erika Ortiz
Juan Carlos I y Letizia, entonces reyes, se encontraban en un viaje oficial fuera de España. Cuando les llegó la noticia cerraron su agenda y regresaron inmediatamente a Zarzuela para acudir al funeral y arropar a la princesa de Asturias en tan difíciles momentos. Letizia intentó callar la noticia del suicidio con un abogado de Casa Real, pero llegó tarde, ya había corrido como la pólvora. La actual reina nunca ha hablado de este tema que aún le rompe el corazón.
En el funeral se vivieron momentos de máxima tensión. Asistió el padre de Carla y expareja de Erika. Éste acusó a Juan Carlos I de haberla matado. "¡Tú tienes la culpa hijo de puta! ¡Vosotros la habéis matado!”, gritó fuera de sí.
Carla Vigo es la única que ha hablado públicamente de la muerte de su madre. Todos los 7 de febrero la recuerda en redes sociales, y en ocasiones ha contestado a alguna pregunta de sus seguidores. "No se supera y menos de la forma que me pasó a mí. Aprendes a vivir con ello y se tarda mucho", ha dicho en Instagram. Pasó por varias etapas de duelo. "Negación, piensas que se una broma. Aceptación, es la más dura porque te das cuenta de que no la verás más. Aprender a vivir con ello, es la más fácil".