El libro 'King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I’ (libros del K.O.), escrito por José María Olmo y David Fernández, es una mina de oro en lo que a anécdotas e historias turbias de la casa real se refiere. Los autores no dan puntada sin hilo, deleitando al lector con historias cada vez más sorprendentes.
En su momento, se habló mucho del episodio en el que se habla de la presunta hija del rey emérito llamada Alejandra, que Juan Carlos habría tenido con una aristócrata en los años 70.
Sin embargo, también hay informaciones suculentas sobre las infantas Cristina y Elena, y también sobre los hijos de ambas. Concretamente, acerca de cómo Victoria Federica disfrutaba del dinero opaco del abuelo Juan Carlos. Por ejemplo, se compró dos caballos que costaron varios miles de euros. Según los autores, Vic consiguió que su abuelo le pagara a Dibelunga y Magali.
Victoria Federica le saca dos caballos a Juan Carlos
“Al fin y al cabo, la infanta Elena creció en un sistema instaurado por su padre que durante cinco décadas garantizó discretamente fondos ilícitos ilimitados, 24 horas al día, siete días a la semana, a todos los inquilinos de la Zarzuela”, apuntan los autores. Victoria “había comprado el animal en octubre de 2015 por 10.000 euros en la cuadra Maihorses”, añaden Olmo y Fernández.
“Poco después, la infanta Elena se hizo con un segundo caballo de competición llamado Magali, que quedó a cargo de la hípica Nueva Cartuja, situada al norte de Madrid. La nieta del rey comenzó a participar con mayor asiduidad en competiciones de salto por toda España. Desde fuera parecía que vivieran en las estrecheces de un funcionario público. En privado, se codeaban con algunas de las mayores fortunas del planeta gracias a millones y millones de euros de dinero de origen opaco. ¿Para qué iba la infanta Elena a gastar su sueldo de Mapfre en los caballos si tenían recursos infinitos para pagarlos?”, comentan.
Juan Carlos paga el coche de Irene Urdangarin
No obstante, Victoria no es la única que habría aprovechado la ‘generosidad’ del abuelo. Según apunta Informalia, Irene habría ido a Abu Dabi a pedirle un coche a Juan Carlos.
Señala el medio que en la graduación de Irene, el emérito se comprometió a que la joven tendría un coche cuando se sacara el carnet de conducir, mientras Victoria tranquilizaba a su prima con un “el abuelo te lo compra”. Lo que no se sabe es si usará el dinero opaco para pagarlo o recurrirá a los ahorros de su dura vida laboral.