La relación entre Telma Ortiz y Letizia se ha desintegrado por completo. Una vez unidas en el dolor por la pérdida de Erika Ortiz, hermana de ambas, su vínculo se ha desvanecido gradualmente. A pesar de que Telma solía visitar a Letizia en Barcelona con frecuencia, se ha revelado que esos viajes no eran necesariamente para estar con ella. De hecho, Letizia le solicitó un favor a Telma que, paradójicamente, marcó el fin de su relación: establecer un matrimonio de conveniencia con Jaime del Burgo para poder tener encuentros privados sin levantar sospechas y continuar su infidelidad.
Telma comprendió que su hermana y su entonces pareja la estaban utilizando. Se encontró siendo solo una pieza en el juego de su hermana y su esposo, quienes estaban involucrados emocionalmente el uno con el otro, mientras que ella era simplemente un medio para sus fines. Esto generó el enojo de Felipe hacia Telma por encubrir a Letizia y ayudarla en su engaño. Telma se sintió culpable por haber contribuido a esta situación, no solo por Felipe, sino también por sus sobrinas, Leonor y Sofía. Preveía que esto desencadenaría en una separación y, eventualmente, en una ruptura entre ellas.
Letizia y Telma, enfrentadas
Desde que Telma se divorció de Jaime del Burgo, Letizia la ha evitado por completo. Las apariciones públicas de las dos hermanas juntas son prácticamente inexistentes. Anteriormente, durante la Semana Santa, solían pasar tiempo juntas con sus hijas, pero ahora incluso eso ha desaparecido. Letizia ya no permite que Telma y sus hijas visiten Zarzuela, el palacio real, donde solían quedarse durante sus visitas. Telma disfrutaba de las instalaciones del palacio, como el gimnasio, la piscina, el cine y la hípica, siendo este último un pasatiempo compartido por la familia real. Sin embargo, ahora se le ha negado por completo el acceso al palacio. Parece que Letizia ha cortado todos los lazos con su hermana y su familia, convirtiendo Zarzuela en un territorio prohibido para ellas.