La infanta Elena ha provocado un nuevo enfrentamiento en los Borbón. La familia está totalmente rota desde hace una década. Las polémicas de Juan Carlos o el caso Nóos en el que se vio involucrado Iñaki Urdangarin les distanciaron completamente. Fue el momento de gloria que esperó Letizia para vengarse de su suegro. Obligó a Felipe a distanciarse completamente de su familia. Abdicó el emérito, y todos los miembros de la familia perdieron sus funciones institucionales, con ello también la asignación que perciben de los Presupuestos Generales del Estado. Casa Real se conformó tan solo por Felipe y Letizia, con sus dos hijas, Leonor y Sofía. Se mantiene en la jerarquía la reina Sofía en el papel de emérita por su papel de víctima.

infanta Elena

La familia está dividida en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado, Letizia y Felipe con Leonor y Sofía, y por el otro el resto de la familia, liderada por Juan Carlos I. El emérito culpa a su nuera de todos sus males. La quiere lejos de Zarzuela, ella a él también. Las infantas Elena y Cristina apoyan principalmente a su padre, especialmente la primera de ellas.

La infanta Elena quiere invitar a Juan Carlos a su cumpleaños 

La infanta Elena es la más Borbón de todos, y aprueba ninguna de las actuaciones de Letizia y Felipe. En más de una ocasión ha discutido con su hermano por las humillaciones constantes a las que somete a Juan Carlos, totalmente innecesarias para ella. La madre de Victoria Federica y Froilán apoya totalmente al emérito. De hecho, siempre le acompaña en sus apariciones por España y se muestra a su lado, quiere dejarse ver para provocar el enfado de la reina.

infanta Elena y Letizia

Elena quiere celebrar su 60 cumpleaños en Zarzuela. Sin embargo, Letizia no le da el visto bueno. Ella vive en el pabellón del príncipe, a un kilómetro de palacio, pero en el mismo recinto. La hija de Juan Carlos quiere invitar a toda la familia, incluso está convocado el emérito, aunque todavía no se sabe si acudirá al evento.

Sin duda, la infanta Elena ha desatado una auténtica guerra familiar. A la madre de Victoria Federica y Froilán no le ha quedado más remedio que invitar a Letizia, aunque su deseo es que no vaya. Sabe perfectamente que si invita a Juan Carlos y éste consigue venir, saltándose una de las normas de su hijo, renunciaría a la invitación. El gran damnificado es Felipe, quien vuelve a encontrarse entre la espada y la pared. Quiere a su familia, pero tampoco puede juntarse con ellos porque la reina no se lo perdonaría. Ella es realmente quien manda.