Aunque apenas se habla de ellas en la prensa, las declaraciones de Jaime del Burgo que revelan supuestas infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI siguen generando controversias dentro de los muros de Zarzuela. Los rumores de crisis han aumentado en gran medida, poniendo sobre la mesa un presunto acuerdo alcanzado con los abogados de la pareja para dejar de ser matrimonio.
Las versiones sobre la relación real son variadas. Mientras que algunos expertos como Laura Rodríguez y Maica Vasco sostienen que la unión entre Felipe y Letizia fue más un acuerdo de conveniencia que una relación basada en el amor genuino, otros periodistas, como Pilar Eyre y Jaime Peñafiel, sugieren que la pareja ha estado separada emocionalmente desde hace más de una década. Según estos informes, la pareja habría continuado con su vida pública como un “equipo de trabajo” mientras llevaban vidas privadas por separado, un patrón similar al que se observó en el matrimonio de la reina Sofía y Juan Carlos I.
Felipe VI y Letizia, vidas por separado de puertas para dentro
Este acuerdo refleja cómo Felipe VI y Letizia manejarán sus compromisos y su vida personal. A pesar de la separación, la pareja ha decidido continuar trabajando juntos en el ámbito institucional, manteniendo una apariencia de unidad para cumplir con sus responsabilidades oficiales. Mientras tanto, de puertas para dentro harán vidas separadas, sin que ello afecte en sus relaciones con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Además, se han producido rumores sobre la vida amorosa de Felipe VI después de la separación. Laura Rodríguez ha informado sobre la existencia de una nueva compañera sentimental para el rey, una mujer descrita como rubia, elegante y parte del círculo social del monarca. Esta información ha añadido una nueva capa de complejidad al relato de la vida personal del rey, mostrando cómo la separación ha impactado no solo en la relación con Letizia, sino también en su vida privada.