Es un día especial para Estefanía de Mónaco. La princesa celebra su 58 cumpleaños, uno de los más felices de su vida. La relación con su familia está en el mejor momento y pronto se convertirá en abuela. La actual princesa ya no se parece en nada a aquella joven de los años 80 y 90 que acaparaba todo tipo de portadas con titulares polémicos.
Estefanía de Mónaco tuvo muchos novios que volvían loco a su padre Rainiero por el simple hecho de ser plebeyos. El currículum amoroso de la princesa traía de cabeza a su progenitor y a su hermana Carolina de Mónaco, la perfecta. En 2003 se filtró que la cantante se habría casado embarazada.
Se casó por lo civil en Ginebra, una boda que solo tuvo a sus hijos como testigos. El afortunado fue un acróbata del circo Knie, el portugués Adán López Peres. En aquel entonces la princesa solo tenía 38 años y ésta era una historia que le iba a salpicar. Estefanía dejó el principado para irse al circo por amor.
No era la primera vez que se quedaba embarazada. Ya tuvo hijos con su guardaespaldas. Daniel Ducuret, Pauline y Louis, llegaron antes que la boda de sus padres. Y con el monitor de esquí con el que la hermana de Carolina de Mónaco tuvo a Camille, no llegó ni a casarse.
Estefanía de Mónaco pudo perder al bebé que esperaba con Adán y sentenció su matrimonio
Con tal de zanjar todo tipo de rumores y habladurías, Estefanía decidió casarse con su amante y dar a luz a su bebé dentro del matrimonio. Era un punto de partida para reconciliarse con su familia, pero no funcionó. Rainiero no le perdonó por casarse por lo civil y encima embarazada, algo que hizo su hermana Carolina también, pero en ese caso no le importó. Jaime Peñafiel aseguró que realmente era su hermana quien no soportaba su actitud.
Verdad o mentira, ese supuesto hijo que nacería de su unión con Adán López Peres nunca llegó. Si estaba embarazada perdió al bebé. Además, su divorcio con el acróbata duró muy poco, tanto como el interés de la prensa. Cuando falleció su padre, en 2005, la princesa cambió de actitud y se mostró mucho más correcta. Podría ser una estrategia de rebeldía.