El príncipe Harry siempre fue conocido por su espíritu libre, su afición por la vida militar y sus travesuras propias de la realeza británica. Sin embargo, su relación con Meghan Markle transformó radicalmente su personalidad, alejándolo no solo de su familia, sino también de sus amigos de toda la vida. Ahora, una revelación explosiva ha salido a la luz: una simple frase habría sellado la ruptura definitiva entre el duque de Sussex y su círculo íntimo.
Yes Ma’am: The Secret Life of Royal Servants, un nuevo libro del autor real Tom Quinn ha sacudido a los seguidores de la monarquía al exponer que, en sus primeros encuentros con Meghan, algunos amigos de Harry comenzaron a notar que él ya no era el mismo. Uno de ellos, según Quinn, habría dicho: “No entiendo qué ve en ella. Es una abrazadora de árboles. Es demasiado woke”. Esta expresión, lejos de ser una simple observación, marcó el inicio de un distanciamiento irreversible. Y es que, la ideología "woke" se refiere a una conciencia general sobre temas como el feminismo, los derechos LGBTQ+, el ambientalismo y la equidad social, aunque para los sectores conservadores, se considera una "corrección política" llevada al extremo.
Del descontrol a la conciencia social: un cambio que no todos aceptaron
Desde su juventud, Harry disfrutó de la camaradería propia de los jóvenes aristócratas británicos. Entre bromas, fiestas y cacerías, su vida transcurría en un ambiente que poco tenía que ver con la cultura del activismo social. Sin embargo, con la llegada de Meghan Markle, el duque comenzó a mostrar una faceta completamente distinta: preocupación por el medio ambiente, apoyo a los derechos de las minorías y una postura feminista marcada. Para algunos de sus amigos, este giro fue demasiado rápido y drástico. Según Quinn, el comentario sobre Meghan como “abrazadora de árboles” se produjo en un contexto en el que las conversaciones entre el grupo ya estaban tensas.
El evento que selló el distanciamiento: Meghan y la cacería en Sandringham
Uno de los episodios clave en la separación entre el príncipe y su grupo de amigos ocurrió en Sandringham, durante una tradicional cacería de faisanes. Este tipo de actividades siempre habían sido parte de la vida de Harry, pero con Meghan todo cambió. La duquesa de Sussex, conocida por su postura en defensa de los animales y el medioambiente, no ocultó su incomodidad ante lo que consideraba una costumbre obsoleta y cruel. “Odiaba estar allí porque todos hacían bromas que reflejaban su rechazo hacia lo woke. Hacían comentarios ofensivos sobre ambientalistas y progresistas”, detalla Quinn en su libro. Este incidente marcó el punto de quiebre definitivo: Harry dejó de frecuentar a quienes, hasta ese momento, habían sido sus amigos más cercanos.
Desde ese momento, la transformación de Harry se hizo evidente para todos. Su alejamiento no solo se limitó a su círculo social, sino que también impactó su relación con la monarquía británica. En 2020, tras años de tensiones crecientes, el duque y la duquesa de Sussex anunciaron su salida oficial de la Familia Real, lo que conmocionó a la opinión pública. Lo que es indudable es que, desde su relación con Meghan, Harry ya no es el mismo. El príncipe rebelde, bromista y despreocupado ha dado paso a un hombre comprometido con el activismo y la corrección política. La pregunta que queda en el aire es: ¿fue esta transformación un acto de crecimiento personal o una renuncia a su verdadera esencia?