La preocupación por el estado de salud del rey emérito Juan Carlos I se ha convertido en un tema de interés en los círculos más altos del estado. Sus recientes apariciones públicas lo muestran necesitado de asistencia, ya sea para caminar con ayuda de varias personas o con el uso cada vez más frecuente de una silla de ruedas. Sin embargo, lo que más preocupa no es tanto su estado de salud actual, sino qué sucederá con su vasta herencia cuando llegue el momento de su fallecimiento.
Aunque el rey Felipe VI, como parte de un intento por limpiar la imagen de la Casa Real tras los escándalos protagonizados por su padre, emitió un comunicado en el año 2020 renunciando a cualquier activo o inversión cuya legalidad o integridad pudiera estar en duda, lo cierto es que la renuncia anticipada a la herencia de Juan Carlos I no es posible según el Código Civil español. Sea como sea, Aunque se especula sobre la posibilidad de que Felipe renuncie a parte de la herencia llegado el momento, las circunstancias exactas de esta renuncia aún no están claras.
Cristina recibirá su herencia limpia de polvo y paja, Felipe y Elena, no
Dicho esto, la infanta Cristina, por su parte, reside en Suiza desde hace tiempo, lo que le exime de pagar impuestos de sucesión en España. En contraste, sus hermanos Felipe y Elena deberán tributar en la Comunidad de Madrid, donde tienen su residencia habitual. En este sentido, varias fuentes han señalado que la presencia de Froilán en Abu Dabi tienen que ver con el que el joven sea el testaferro de Elena y así poder esquivar al fisco español.
La cantidad exacta de la herencia de Juan Carlos es un enigma, ya que no existe una ley que obligue a la monarquía a declarar sus bienes y patrimonios. Sin embargo, algunos detalles sugieren que su fortuna es considerable, a pesar de los intentos por presentar una imagen de austeridad. Por un lado, en 2021 Hacienda valoró su patrimonio en 4,4 millones de euros, mientras que sus abogados indicaron que el rey emérito enfrentaba dificultades para regularizar su situación financiera.
La fortuna de Juan Carlos I empieza con los 1.100 millones que le dejó su padre en Suiza
Además, se sabe que el padre de Juan Carlos, Juan, le dejó una herencia de 1.100 millones de pesetas, aproximadamente 7 millones de euros, al fallecer, gran parte de la cual estaba depositada en cuentas suizas. Esta suma es solo la punta del iceberg, ya que se desconoce el total de su fortuna, que incluye ingresos obtenidos a través de negocios con países árabes y otros medios. Medios como Forbes o The New York Times han situado las cifras alrededor de los 1.800 millones de euros.
Considerando la facilidad con la que Juan Carlos entregó grandes sumas de dinero, como los 65 millones de euros a Corinna Larsen, la cifra final de su patrimonio podría ser significativamente similar a esos 1.800 millones mencionados. La incertidumbre sobre el destino de esta herencia añade un elemento de intriga al futuro de la familia real española.