No están siendo unos buenos meses para Mary Donaldson. Con excepción a los días que ha pasado animando a los deportistas daneses en los Juegos Olímpicos de París, donde ha ido con su marido, después del escándalo que supuso la relación especial de Federico con la actriz mexicana Genoveva Casanova, la reina danesa ahora ha ido de entierro, "terrible noticia" para los monarcas, según Vanitatis, ya que ha fallecido Per Thornit, quien fue su jefe de secretaría, y con quien tenían una estrecha relación, y a quien despidieron en un funeral celebrado en Copenhague.
Su presencia para dar el pésame a la familia ha sido muy comentada. ¿Por qué? Por lo que tenía en la cara, un apósito en la mandíbula, que aunque la casa real danesa ha querido ocultar, sin informar, se ha visto de manera más que evidente en alguna imagen de agencias como esta que ven:
Es el resultado de un accidente doméstico que ha tenido cuándo iba a caballo. La equitación es una de las grandes pasiones de Donaldson, como se puede ver en muchas imágenes en redes. Siente pasión por estos animales y siempre que puede, disfruta de la hípica, también la olímpica en la disciplina de salto durante su estancia en los Juegos Olímpicos de París.
Mary disfruta viendo montar a caballo y siendo ella misma la que lo hace, montando y compitiendo desde hace tiempo, cosa que recientemente le ha provocado el incidente, y posterior herida, una abrasión en la piel.
Según la mencionada publicación, la reina no estaba demasiado cómoda con que se le viera el apósito, "sobre todo porque ella siempre nos regala una imagen impoluta en cada una de sus apariciones públicas. De hecho, era tan evidente su malestar que, cuando los fotógrafos la retrataban de ese lado del rostro, no dudaba en llevar la mano hacia la zona, tapándose la herida. Cierto es que tampoco se trataba de una gran tirita, ayudando bastante su enorme pamela negra a disimularla", como se puede ver en la imagen principal.