Desde que se divorció de Jaime de Marichalar, a la infanta Elena no se le ha conocido ninguna otra pareja. Se ha mantenido soltera después de una mala experiencia con los hombres. Pero siempre se le han atribuido romances relacionados con la aristocracia porque ella tenía claro que alguien de la realeza no podía salir con un cualquiera, así le enseñó Juan Carlos I, algo que no aprendieron sus hermanos Cristina y Felipe VI.

Una de las personas que mantuvo un breve romance con la infanta Elena fue uno de los personajes más icónicos de la prensa del corazón, Cayetano Martínez de Irujo. Sin embargo, aquella relación tan solo duró tres meses. Él mismo fue quien tomó la decisión de romper su relación con la madre de Froilán y Victoria Federica porque ese mundo con escoltas y protocolo no iba con él.

Juan Carlos y la infanta Elena / GTRES
Juan Carlos y la infanta Elena / GTRES

"Fue una circunstancia, a ella no le gustó mucho que lo dijera en el libro. No se sabía, fue todo muy oculto y secreto. La infanta es una grandísima persona, la tenía cerca en el ambiente hípico, pero en tres meses me di cuenta que no estaba preparado para salir de una celda educacional tan fuerte como la mía para meterme en una mucho mayor. No me veía ahí, mi nana era la única que me entendía y me dijo ‘hijo, tú no has nacido para ser un segundón", ha contado Cayetano Martínez de Irujo. 

Cayetano Martínez de Irujo recibía palizas de sus niñeras 

"La única que se mantuvo muy imparcial fue mi hermana Eugenia, pero todos los demás me empujaban en esa dirección, fue difícil salir de ahí. Era muy seductor para todo el mundo de alrededor. Tuve la fuerza de decir 'esto no es lo mío'. No es lo que yo buscaba, dentro de mi confusión interna había cosas que tenía claras. Siempre he tenido mucho carácter, en eso me parezco mucho a mi madre", ha dicho Cayetano Martínez de Irujo a Risto Mejide.

Cayetano arrastró un gran problema emocional por el que tuvo que ir al psicólogo, confundía el sexo con el amor. "Tenía confundido el amor, el sexo y el cariño. Por un lado, sentía amor, respeto y adoración por las mujeres pero por otro miedo por las palizas que recibí de las niñeras. Tenía miedo a la mujer y era incapaz de tener una relación. Eso me lo explicaron en Estados Unidos, una terapeuta y me dijo que de ahí partían los principales problemas de mi vida. Era incapaz de tener una relación. No podía, lo confundían todo, no podía ser auténtica", ha contado.

"Y luego intentaba tener 40.000 para suplir la carencia familiar. La terapeuta me dijo que era un trauma infantil y me había traído todos los problemas. Me dijo que tenía que ingresar que ella no podía ayudarme. Busqué un centro y ahí llegué con mi maleta afrontando mi realidad. Hay que ser muy valiente para hacer eso. Es un shock que no te puedes ni imaginar, ahí aguanté 5 semanas, abres tu interior de par en par y haces terapias muy muy fuertes. A veces de lo que estaba llorando se me cortaba la respiración, me faltaba aire", ha recordado con mucho dolor.

Eugenia i Cayetano Martínez de Irujo / GTRES
Eugenia y Cayetano Martínez de Irujo / GTRES