Felipe, como Letizia, está pasando unas vacaciones arriba y abajo, arriba y abajo. A caballo entre París y Palma, el Borbón, después de la inauguración y de pasar unas horas en los Juegos Olímpicos, se marchó hacia Marivent, para presidir la recepción oficial a las autoridades y a la sociedad balear o para ir a cenar con su mujer, sus hijas, su madre y su tía a un restaurante de la isla. Una vez hecha la foto de rigor, de vuelta a la capital francesa para asistir in situ a algunos partidos de la delegación española en esta Olimpiada. Después de visitar la villa olímpica y saludar a los deportistas españoles, con look veraniego, zapatillas blancas, tejanos, un polo rojo y unas gafas con cristales de espejo, se lo ha visto compartiendo escenario con otros royals, como la princesa Amalia de Holanda o los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, o con estrellas del baloncesto como Pau Gasol y Dirk Nowitzki. Por ejemplo, en la final de la competición de baloncesto femenino 3x3, donde España perdió por un punto con Alemania, o al hockey femenino.
En todos estos momentos, una cosa que le hemos visto hacer a Felipe, y no así a su mujer Letizia, días atrás, cuando fue ella quien fue a París a dar apoyo al equipo español, es ponerse la acreditación obligatoria en todo momento. El pase que da acceso a los diferentes recintos, para tener control de seguridad, y así los miembros de la organización que controlan el paso a las diferentes competiciones pueden saber en todo momento quién entra. Y es que no todo el mundo conoce al rey español. El caso es que gracias a que siempre se ha puesto la acreditación colgada de su cuello hemos visto qué sale en ella. Y hemos podido constatar el ridículo del monarca, escogiendo para la acreditación una foto de hace siglos.
En una de estas imágenes es donde mejor se observa la foto escogida por él o por los miembros de protocolo de Zarzuela. Y es que no me dirán que no podrían haber cogido una foto actual donde se le vea cómo es ahora, con el pelo canoso. Pues no, la foto que han cogido es una de hace muchos años, donde se le ve muy diferente, con el pelo muy oscuro. Según Vanitatis, una foto que no responde al momento actual, con sus 56 años, sino posiblemente una foto que podría corresponder al 2013: "No sabemos quién gestionaría la acreditación de Felipe VI, pero quedaba claro que había tirado de archivo". E incluso, comentan que podrían haber tirado muy atrás, incluso, antes de ser rey, "que es cuando vemos la barba del ahora monarca más oscura y solo con algunas zonas más canosas. Un contraste entre el don Felipe de hace 11 o 12 años y el de ahora". Salta a la vista:
No es la única peculiaridad que se observa en alguna acreditación de los Borbones. Hace días también vimos cómo la infanta Sofía quedaba a la sombra de su hermana, la princesa Leonor.
Y es que mientras que en la acreditación de la heredera pone S. A. R., 'Su alteza real', la Princesa de Asturias, y debajo, en inglés y francés, la palabra "soberana" y España, en la de su hermana pequeña se pueden leer las siglas de S. A. R., al lado de Infanta Sofía, pero lo más curioso es que pone "invitada acompañante". Ya sabemos que a Sofía, Leonor le hace sombra y que siempre será la hermana de la reina, pero entre poco y demasiado.