Han salido a la luz las intenciones de Jaime del Burgo. Se desconocía el motivo por el que había roto su silencio tras una década, no quería ninguna oferta millonaria, de hecho no las ha aceptado. Y tampoco quería hacer daño a Letizia, su gran amor. Su intención es acabar con los Borbón, a quienes considera “dictadores”. "Ellos son la causa de nuestra pobreza. Yo he conocido a los dos últimos. Son locos, incapaces, endogámicos, ladrones, déspotas,, puteros, ninfómanas, cobardes, sanguijuelas, golfos, egoístas, indignos...".

Jaime del Burgo redes

Jaime del Burgo quiere que los Borbón desaparezcan para siempre. Se han elegido a dedo y deberían ser elegidos por la ciudadanía. Su intención es acabar con Felipe y Letizia, pero también con Leonor. No quiere que la princesa herede el trono. Los quiere a todos en el exilio, y lo va a hacer sacando a la luz todas las pruebas que guarda en una caja fuerte, la misma que el CNI intentó robar para que desapareciesen todas las pruebas.

Incluso tiene pruebas de la infanta Elena que la desacreditaría. En la Casa Real se guardan numerosos misterios, algunos resguardados con llave. No obstante, ya sea a través de chismes o de otra manera, todos salen a la luz eventualmente. Recientemente, se ha revelado el hábito secreto de la infanta Elena cuando tenía 27 años, algo que mantenía oculto a sus padres. Han transcurrido tres décadas para conocer este hábito que guardaba celosamente ante su familia.

Jaime del Burgo destrozará a toda la familia 

Según informó 'La Razón', la primogénita de Juan Carlos y Sofía tenía una adicción a la teletienda y solía adquirir casi todos los productos que se anunciaban, mostrando un particular interés por aquellos que prometían una pérdida de peso rápida y sencilla.

Lo peculiar radica en cómo la infanta Elena realizaba estas compras sin que nadie se percatara. Obviamente, ningún paquete podía llegar a Zarzuela. Por esta razón, contó con la complicidad de dos cómplices: los hermanos Álvaro y Ricky Fuster. La infanta enviaba los paquetes al domicilio de la madre de ellos y luego los recogía allí.

infanta Elena Europa Press

"Año 1990, Palacio de la Zarzuela, nadie tiene la más mínima sospecha de lo que ocurrre cada noche. La adicción de doña Elena es... La teletienda. Elena repetía cada madrugada el mismo ritual, comprar casi todo lo que veía en la teletienda. Casi todo le gustaba pero su debilidad eran los productos adelgazantes. Para evitar que su familia se enterara y la metieran en una clínica de desintoxicación se buscó unos complices: los hermanos Fuster (amics de la família). Ellos eran las personas que recogian la mercancía comprada por doña Elena”, añaden desde ‘Socialité’.

Telecinco menciona la 'adicción' de manera explícita, ya que, en última instancia, el deseo incontrolable de la infanta Elena por adquirir todos los productos de la teletienda no era sino una adicción común. Este comportamiento podía resultar bastante peligroso. Sin embargo, las tendencias evolucionan, y con el tiempo, la infanta dejó de participar en esta práctica. Actualmente, se especula que ha desarrollado una adicción a las compras por internet.