La vida de la reina Sofía ha estado llena de altibajos en los últimos años. De ser la figura dominante en los círculos sociales de la Zarzuela, pasó a ser una presencia más distante y eclipsada por la atención mediática que se concentra en la reina Letizia. No obstante, la consorte ha perdido poder e influencia desde las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de presuntas infidelidades al rey Felipe VI en distintas etapas de su relación, lo que ha permitido a Sofía recuperar el mando en algunos aspectos. Por ejemplo, el que las infantas Elena y Cristina hayan aumentado su protagonismo en la agenda de la casa real, viene en gran parte por presiones de Sofía al rey Felipe.

Pero como la reina Letizia, Sofía también tiene facetas que esconder. Concretamente, un aspecto menos conocido de la reina emérita ha salido a la luz: su adicción a las compras.

La reina Sofía arrasa en El Corte Inglés

Según revelaciones de la periodista Pilar Eyre, esta adicción se manifiesta con fuerza durante sus estancias en Londres durante las fiestas de Navidad, o en Marivent, en la soleada Mallorca. Es en este escenario donde la reina Sofía encuentra consuelo a su soledad a través de compras compulsivas. Lugares como El Corte Inglés de Palma se convierten en sus paraísos personales, donde no escatima en gastos y se entrega a la gratificación instantánea que le proporcionan las compras. En pocos días volverá a Marivent a pasar el verano y podrá volver a dar rienda suelta a una adicción que le invade desde que se convirtió en reina de España y aumentó con creces su poder adquisitivo.

letizia sofia minifalda mercadillo mallorca gtres
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La magnitud de su adicción es evidente en el impacto que tiene en el comercio local. Cada visita de la reina Sofía se traduce en un aumento significativo de las ventas, ya que no se limita a comprar artículos básicos, sino que se deleita con joyas, vestidos de alta costura y caprichos que llenan sus bolsas de compras. El personal de servicio en Marivent guarda celosamente este secreto, consciente de la voracidad con la que la reina emérita alimenta su adicción.

Peligrosa adicción que le lleva a gastar hasta 300.000 euros al año

Los reporteros que la siguen en sus viajes al extranjero la describen como una compradora incansable. Desde las primeras horas de la mañana hasta la noche, la reina Sofía recorre grandes almacenes y boutiques exclusivas, probándose cada prenda, oliendo perfumes y explorando las últimas tendencias en cosméticos. Durante su reinado, según Eyre, la reina gastaba entre 40 y 50 millones de pesetas (entre 250.000 y 300.000 euros) al año en ropa, revelando un aspecto de su personalidad que contrasta con la imagen más reservada que se tenía de ella.

Reina Sofía efe
Reina Sofía efe

Además de satisfacer su propia compulsión, la reina Sofía también se caracteriza por ser generosa en sus compras. No escatima en regalos para familiares y amigos, incluidos sus nietos, a quienes suele obsequiar con libros, pañuelos y otros caprichos. Esta faceta de la reina emérita revela una complejidad que va más allá de la etiqueta de la realeza, mostrando una pasión por el consumo que ha sido parte de su vida durante décadas.

Cabe decir que esta adicción no es exclusiva de la reina Sofía en la familia real española. Tal y como hemos recogido en EnBlau, su hija mayor, la infanta Elena, también ha sido conocida por sus inclinaciones hacia las compras compulsivas, aunque su enfoque se centra más en productos de teletienda y soluciones para mantenerse en forma.