Ainhoa Armentia ha celebrado de forma discreta sus tres años de relación con Iñaki Urdangarin. Desde que se firmó el divorcio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, el exduque de Palma ha intentado mantenerse en un discreto segundo plano. Además, este año ya tendría plena libertad para formar la familia de sus sueños. Durante la batalla legal por el divorcio, la hija de Juan Carlos I estipuló una cláusula en la que no dejaba que el exjugador de balonmano presentase a la abogada a sus cuatro hijos ni que éstos tuviesen relación con ella. El pasado verano se la presentó uno por uno yendo a los países en los que se encontraban. Estas navidades habría reunido a todos alrededor de la mesa.
La vida de Iñaki y Ainhoa ha dado un giro de 180 grados, se conocieron en el bufete de abogados en el que ella trabajaba, y hablamos en pasado porque cuando se firmó el divorcio con la infanta Cristina, la vitoriana dejó su puesto de trabajo. Ninguno de los dos tendrían ingresos, pero viven como dos millonarios. Así que es cierto que Juan Carlos I se ha encargado de solucionar la vida del exjugador de balonmano, ha cumplido la promesa que le hizo cuando ingresó en prisión.
Juan Carlos I pagó a Iñaki Urdangarin dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que una conocida editorial le ofreció escribir y al que él renunció. El pago fue fraccionado, el primero cuando inició el proceso de divorcio, y el segundo al finalizar el divorcio. Además, recibiría un pago mensual de 25.000 euros de por vida. Ahora mismo es el padre de Felipe VI quien se encarga de afrontar todos los gastos mediante transacciones desde Suiza, pero el día que fallezca será la infanta Cristina quien afrontará este gasto hasta el fin de sus días.
La infanta Cristina financia la vida de lujo de Ainhoa Armentia
La infanta Cristina no está contenta con estos pagos, le costó una discusión con Juan Carlos I y es lo que retrasó la firma del divorcio. La hermana de Felipe VI no estaba dispuesta a financiar la vida de Ainhoa Armentia, que es básicamente lo que habría sucedido. Ahora frecuenta hoteles de cinco estrellas gran lujo, cenas en restaurantes de tres estrellas Michelin o compras en la milla de oro.
Además, con ese dinero Iñaki y Cristina se han comprado una casa en la misma urbanización que la madre del exduque de Palma, en Ciudad Jardín, la más importante de Vitoria. Cuentan con todas las comodidades posibles.