El inicio de 2024 trajo consigo una noticia destacada relacionada con la familia real: el divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Después de siete meses de incertidumbre, la infanta Cristina finalmente firmó los papeles del divorcio a principios de este año, coincidiendo con la mayoría de edad de su hija Irene. El hecho de que todos sus hijos ya fueran mayores de edad permitió llevar a cabo el proceso en un notario, evitando así posibles filtraciones en un juzgado. Este evento marca un punto significativo en la vida de ambos, pero especialmente en la de Ainhoa Armentia, la nueva pareja de Urdangarin.
El detonante de la ruptura matrimonial fueron las fotos que salieron a la luz hace más de dos años, mostrando a Iñaki Urdangarin junto a una mujer que no era Cristina, sino Ainhoa. Esta revelación pública fue humillante para la infanta, dejándola en una posición incómoda y de ignorancia ante la opinión pública. A priori, Cristina desconocía la infidelidad de su esposo. Sin embargo, no se puede decir que no estuviera avisada. Los correos electrónicos intervenidos por la Fiscalía de Palma durante la instrucción del caso Nóos indicaban la evidencia, aunque Cristina, enamorada hasta las trancas, no lo quisiera ver.
La infanta Cristina estaba avisada de la promiscuidad de Iñaki Urdangarin
Estos correos electrónicos, filtrados a los medios, mostraban conversaciones entre Iñaki y una amante que, según El Español, había sido pareja de Iñaki y que acabó casándose con un ex compañero suyo en el Barça. Estos diálogos, revelados por el medio mencionado, sugerían una relación sentimental y revelaban una posible doble vida del exjugador de balonmano. Uno de los correos más reveladores decía: "Dime cómo lo tienes el viernes para cenar y f..., que de f... no te libras. Valoremos hora, sitio, niños, marcaje, mantén viva la llama que es importante". Estos mensajes, enviados cuando Iñaki ya tenía cuatro hijos con Cristina, muestran un patrón de comportamiento que ha generado desconfianza en Ainhoa Armentia.
De hecho, la relación entre Cristina e Iñaki ya empezó con infidelidades. El ex jugador de balonmano tenía una relación con Carmen Camí cuando conoció a la infanta. Y no dejó aquella relación hasta que confirmó que se casaría con Cristina. Es decir, estuvo alternando ambas historias durante algunos meses.
Ainhoa Armentia no puede evitar desconfiar
Una serie de indicios que han puesto en alerta a Ainhoa Armentia. La preocupación de Ainhoa no es infundada. La fama de Iñaki Urdangarin y su historial de relaciones complicadas generan una sombra de duda. Ainhoa sabe que la tentación y las oportunidades para mantener relaciones extramatrimoniales serán menores en Vitoria porque es muy pequeña y todo se sabe. Pero otra cosa es Barcelona, una ciudad mucho más grande, donde el anonimato es más sencillo y donde el ex deportista ha tenido varias ‘amigas especiales’. Y a sabiendas de la pasión de Iñaki por las mujeres, no puede evitar el sentimiento de desconfianza.
Además, la tensión se ve agravada por el hecho de que Ainhoa Armentia no es ajena a la atención pública y a los comentarios mediáticos. La presión de estar en el ojo del huracán, combinada con la historia de su pareja, crea un ambiente de desconfianza. Ainhoa se encuentra en una posición delicada, tratando de equilibrar su vida personal con la realidad de estar vinculada a una figura controvertida y mediática.