Ainhoa Armentia veía que por fin podría vivir tranquila con Iñaki Urdangarin después de estar en boca de todos durante los dos últimos años. Sin embargo, cuando parecía que el exduque de Palma había conseguido sus objetivos, Cristina de Borbón le ha atacado con un golpe de efecto. Según Juan Luis Galiacho, el exjugador de balonmano había conseguido por fin sus exigentes peticiones. Habría cobrado ya un millón de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, recibiría otro millón una vez se firme el divorcio, en un único pago o fraccionado. Además, se le habría aumentado el sueldo que percibe por parte de su mujer. De los 6.000 euros que marcaban las capitulaciones matrimoniales a 25.000 euros mensuales. Por otro lado, mantiene su escolta.
Estaba previsto que este mes de noviembre se reuniesen para firmar el divorcio, pero según Pilar Eyre, Cristina de Borbón habría puesto una nueva cláusula que perjudica a Iñaki Urdangarin. Si se casa con Ainhoa Armentia una vez firmado el divorcio, perdería todos los beneficios y debería devolver los dos millones de euros de los que no dispone. La hermana de Felipe quiere poner a prueba al padre de sus hijos. Todavía siente rencor por lo sucedido, se sintió traicionada y humillada al descubrir la infidelidad, y ahora quiere ver si lo de Iñaki es amor o dinero.
Iñaki Urdangarin podría romper su silencio
Iñaki Urdangarin continúa con su baza de romper su silencio públicamente si no se cumple con sus peticiones, y se le empieza a acabar la paciencia. Al exduque le gustaría poder empezar una relación con Ainhoa Armenita de manera formal, pero no hay suerte. Pide que se le pague todo cuanto antes para darle la libertad y promete olvidarse por completo de la corona, como si nunca hubiese pertenecido a ella.
Está harto de que los hijos de ambos no puedan pasar tiempo con Ainhoa Armentia porque Cristina lo haya impuesto así hasta el día del divorcio. Ahora mismo los enamorados solo comparten casa los fines de semana que la abogada no tiene a sus dos hijos adolescentes, que tampoco tragan al marido de la infanta.
Ainhoa Armentia intenta mediar entre ambos. La abogada pide a Iñaki que ceda y que se termine con todo esto. Si finalmente explota podría armarse una buena guerra que no les beneficiaría en absoluto como pareja.