Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón no llegan a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes. Juan Luis Galiacho anunció hace unas semanas que el divorcio se firmaría este mes de noviembre, sin embargo, una cláusula de la infanta ha puesto todo patas arriba. El exduque de Palma ya habría recibido el primer millón de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció. El otro millón lo recibiría una vez se firmase el divorcio en un único pago o fraccionado. También habría visto incrementado su sueldo de 6.000 euros mensuales por separación, como se firmó en las capitulaciones matrimoniales, a los 25.000 euros mensuales por divorcio. Además, ha conseguido mantener a su escolta, de momento.
Sin embargo, la infanta Cristina quiere comprobar si Iñaki Urdangarin está enamorado de Ainhoa Armentia o solo interesado en el dinero de la corona. Por este motivo, habría puesto una nueva cláusula donde indica que en caso de casarse con la abogada, el exjugador de balonmano perdería todos los beneficios, además devolvería los dos millones de euros en concepto de indemnización.
Ainhoa Armentia aconseja a Iñaki Urdangarin
Ainhoa Armentia está cansada de esta historia. Hace dos años que la pareja se separó oficialmente, los mismos que lleva la abogada con el exjugador de balonmano. Sin embargo, la relación no avanza. Por ahora, la pareja solo comparte techo los fines de semana en los que Armentia no tiene a sus hijos, y cuando se marchan de escapada. Tampoco tienen una estrecha relación con los hijos de Cristina.
Juan Carlos I es quien iba a ocuparse de este divorcio. Sería él quien financiase las elevadas exigencias de Iñaki Urdangarin para garantizar su silencio. Sin embargo, cuando estaba dispuesto a pagar absolutamente todo, su hija ha vuelto a romper el acuerdo. Esta semana se han vuelto a ver en Vitoria. El emérito hace lo posible para convencer a su hija y llegar a un acuerdo definitivo.
Ainhoa Armentia también estaría ejerciendo presión en Iñaki Urdangarin para llegar a un acuerdo de divorcio. La abogada prefiere menos dinero y tranquilidad. Quiere vivir alejada de la presión mediática.
Por ahora, la abogada asesora a Iñaki Urdangarin, aunque no quiere inmiscuirse. Los dos viven una vida austera. El exduque de Palma suele ir en bicicleta en todos sus desplazamientos. Tampoco gastan en lujos, y no piensa trabajar hasta que se le pague el dinero que pide.