Iñaki Urdangarin está dispuesto a formalizar su relación con Ainhoa Armentia cueste lo que cueste. Ha esperado el momento de firmar su divorcio con la infanta Cristina de forma oficial para poder hacer su vida con ella sin impedimentos. Hasta que no se firmó el divorcio, el exduque de Palma tenía prohibido vivir con ella, solo se veían los fines de semana, el resto del tiempo vivía en casa de su madre. Tampoco podía presentársela a los cuatro hijos del extinto matrimonio. Los jóvenes tampoco querían conocerla porque indirectamente era una de las culpables del sufrimiento de su madre, la abogada sabía perfectamente quién era Iñaki Urdangarin, sabía que tenía una mujer, de la que no se había separado, y cuatro hijos.

Una vez se firmó el divorcio, Iñaki estaba encabezonado en que sus cuatros hijos conociesen a Ainhoa Armentia para poder hacer una vida todos juntos. Así que se presentó a traición. El exduque de Palma acudió con la abogada a un partido de balonmano de Pablo Urdangarin. Éste la saludó de forma cordial, pero se sintió muy enfadado. Hizo lo mismo con Irene cuando estuvo en Camboya, y con Juan en Reino Unido. Sin embargo, de momento ninguno de los cuatros hijos ha pasado tiempo con ella, ni tan siquiera con los hijos adolescentes de ésta, a los que no conocen en persona.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia

Iñaki Urdangarin quiere conseguir que acepten a Ainhoa Armentia 

A los dos hijos adolescentes de Ainhoa Armentia también les costó tiempo encajar esta situación. La abogada también mantenía una relación con el padre de sus hijos, aunque se divorció antes de iniciar la relación con Iñaki, en su caso no fue una infidelidad, sino problemas en el matrimonio. No funcionaba. La abogada no quiso forzar a sus hijos, así que por ello también vivió durante estos dos últimos años sola con ellos, se veía solo con Iñaki el fin de semana que le pertenecían al padre.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia GTRES

Ainhoa Armentia no logra encajar en la familia de Iñaki Urdangarin. Tiene que soportar como su madre y sus hermanos quieren mucho más a la infanta Cristina, que aún habiéndose divorciado es una más en la familia. Claire la trata como a una hija, mientras ella solo recibe desprecios. Pero no solo ella, también sus dos hijos. Los hijos de Iñaki no quieren conocerles, no son sus hermanos y ya son bastante mayores como para hermanastros nuevos. La relación está rota. El exduque y la abogada están solos. Su relación es fruto de una infidelidad y no funcionará, por ahora.

Entre los Borbón, aunque ya no tienen conexión, se habla muy mal de la familia de Ainhoa Armentia. Entre Juan Carlos y las infantas Cristina y Elena, la abogada y sus hijos son el hazmerreír.