Iñaki Urdangarin tiene 55 años y ya está de vuelta de todo: ha pasado del Barça, los JJOO y casarse en la Catedral de Barcelona con la infanta Cristina a estar años encerrado a la prisión de mujeres de Brieva, un divorcio tempestuoso y cuatro hijos que se niegan a conocer su nueva pareja Ainhoa Armentia. Urdangarin se conforma con una pensión que 5000 euros al mes que le pasa su ex para que calle y no explique todo lo que vio y vivió en Zarzuela. Pero tiene un problema que no acaba de resolver: Ainhoa le exige el divorcio para poder casarse. La administrativa vasca conoció a Iñaki en un bufete de abogados de Vitoria donde él hacía de botones al salir de prisión. Ella ya estaba separada del marido y era libre. Iñaki no. El exduque de Palma hacía años que estaba separado de facto de Cristina, por la prisión y al salir de la prisión, cuando ella decidió que no volvía a vivir a España. Cristina siguió en Suiza. Iñaki, en libertad condicional, no se podía marchar a Ginebra y la infanta decidió que ella tampoco se instalaba en España a vivir con su marido. Estaban separados de hecho y ahora de Derecho. Falta el divorcio pero Cristina ya está cómoda con la separación: no quiere el divorcio por religiosidad y porque odia la idea de Iñaki casado legalmente con Ainhoa. La vasca ha hecho 45 años y ha dicho basta.
El lunes 20-N la pareja de Iñaki ha soplado 45 velas y según revela Jaleos no formalizar su relación la atormenta, pero tiene otro problema que ha surgido desde hace unos días: la prensa fotografía a Iñaki con el hijo mayor de Ainhoa, que tiene 17 años y en pocos meses no habrá que pixelarle la cara. Los hijos de Ainhoa Armentia serán carne de prensa rosa y eso es una línea roja que Ainhoa no sabía que tendría que afrontar:"Fotografías reveladoras de la pareja montando en bicicleta en un sendero del bosque de Vitoria junto al hijo mayor de Armentia, de 17 años (...) destacaba la complicidad del que fue duque de Palma, quien ejerció como un padre del vástago primogénito. Es el primer material gráfico que atestigua la relación de Iñaki con -al menos- el hijo mayor de Ainhoa". Las fotos irritaron a Cristina pero también hicieron enfadar a Ainhoa. No quiere a sus hijos expuestos.
Según el entorno de Ainhoa Armentia "A Iñaki y a Ainhoa no les hizo ninguna gracia verse en una revista del corazón no ya por ellos -han ido comprendiendo que exponerse públicamente puede conllevar que un paparazzi los inmortalice-, sino por el hijo mayor de Ainhoa. Ella "se molestó" al ver el reportaje". Ainhoa está cumpliendo su parte: divorciada desde marzo de 2023, incluso ha accedido a pagar el alquiler de un piso en Vitoria para vivir a ratos con Iñaki, los días que ella no tiene a los niños y que él puede dejar sola a su madre de 88 años Claire Liebaert a cargo de algún otro de los hermanos en la casa familiar donde Iñaki reside. Se han hecho un nidito de pareja pero no viven allñi formalmente, solo para estar juntos sin hijos ni padres. Solos.
El pisito de la pareja es un paso para aquello que Ainhoa está harta de esperar: casarse con Iñaki, conocer a sus hijos en persona, vivir con él y que la prensa no cuelgue fotos de los hijos de Ainhoa. Todo depende de que Cristina firme el divorcio, cosa que está retrasando maquiavélicamente a ver si Ainhoa revienta antes y corta.