Ainhoa Armentia está feliz tras la firma del divorcio de Iñaki Urdangarin con Cristina de Borbón. Después de tantos obstáculos, por fin podrá vivir con el amor de su vida como cualquier otra pareja, sin impedimentos ni esconderse. El exduque de Palma y la abogada ya viven en un nuevo piso de alquiler con los hijos de ella. Iñaki ya se ha ganado el cariño de ambos, aunque más con el pequeño de la familia, de 13 años. La pareja llevaba dos años viviendo en casas separadas y ahora han podido empezar un proyecto en común. Se espera que anuncien su matrimonio a corto plazo, aunque será de la forma más discreta posible porque el exjugador de balonmano ha conseguido su gran propósito, ser una persona anónima.

Con el divorcio, Iñaki ha perdido su escolta, pero también otros privilegios. Aunque ha salido ganando con las condiciones económicas. Gracias a Juan Carlos, quien se encargará de todos los gastos, el exjugador de balonmano podrá vivir a cuerpo de rey. No se han hecho públicas las cantidades que definitivamente han acordado, pero se habla de dos millones de euros en concepto de indemnización, 25.000 euros mensuales de sueldo de por vida, incluso algún trabajo.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina

La infanta Cristina pensaba que volvería con Iñaki Urdangarin 

Cristina no quería firmar el divorcio con Iñaki porque estaba muy enamorada y todavía tenía la esperanza de retomar su matrimonio. Pensaba que esta aventura del exduque sería un capricho, pero finalmente ha sido definitivamente. El exmarido de la infanta ya no está enamorado de ella.

Iñaki y Cristina de la mano
Iñaki y Cristina de la mano

La periodista Pilar Eyre desvela todo lo que sufrió la infanta Cristina durante su matrimonio y posterior separación. “La infanta Cristina se resistió como una jabata a divorciarse de su marido cuando todos se lo decía, que se divorciara, que lo dejara ella. Estuvo ahí hasta el final sufriendo, yendo a la prisión a verlo”, comenta en su canal ‘Eyre al aire’.“Ella esperaba tener un envejecer con él, esperaba que, cuando los hijos se fueran del nido, ellos estarían ahí, serían una pareja. Estaba dispuesta a ser ella la que aportara el dinero a casa, no le importaba que él no trabajara”. Pilar Eyre continuó diciendo: “La infanta Cristina fue fiel a sus promesas que hizo el día que se casó”. 

La infanta Cristina escribía a Iñaki y hablaban de algunas intimidades. La madre de Pablo, Juan, Miguel e Irene quería tener encuentros con él, pero éste ya no sentía nada. Aunque si tenía alguna duda, Ainhoa Armentia frenó esas proposiciones deshonestas.