Dicen que el tiempo todo lo cura. ¿Podrá ser? ¿O no se aplica a cada caso? En enero de 2022, los medios expusieron unas fotografías con gran incredulidad. Eran imágenes de Iñaki Urdangarin de la mano con Ainhoa Armentia, todavía estando casado con la infanta Cristina. Las reacciones no se hicieron esperar y este escándalo trascendió a alturas insospechadas. Ahora, divorciado, una vida con ciertos privilegios, la condena por el caso Nóos finiquitada y un nuevo amor, las cosas no parecen haber mejorado. A pesar de que intentan vivir con normalidad, no todo es espléndido en Vitoria. La intervención de otras personas no les permite avanzar. 

Calmadas las aguas, Iñaki Urdangarin puede rehacer su vida en paz y como mejor le plazca. Las deudas están saldadas, ya no tiene escolta oficial y se muestra alejado de los focos mediáticos. Tiene la oportunidad de afianzar su relación con Ainhoa Armentia, un vínculo que abrazó desde el primer momento con entusiasmo y esperanzas. Sin embargo, no todo es como habría esperado. A pesar de la ruptura con la Casa Real, por ejemplo, no ha dejado de ser un personaje codiciado por la prensa. En Vitoria las cosas no van tan bien e, inevitablemente, estos datos se filtran. 

Ainhoa Armentia

Hay grandes elementos que podrían acabar con los esfuerzos de los últimos años para estar juntos. Crece la tensión en la pareja más polémica y las razones son sorprendentes. Sigue leyendo. 

Ainhoa Armentia intenta encajar, sin éxito, en la familia de Iñaki Urdangarin 

Si bien es cierto que la abogada ya conoce a todos los hijos de Iñaki, le ha costado mucho tener cierto acercamiento. Para consolidar su vínculo, debe ganarse la confianza de los cuatro jóvenes y formar una buena relación. No obstante, esto es complicado. Al parecer, el antiguo jugador del Barça ha tenido que forzar los encuentros entre sus hijos y su mujer

No aceptan a Ainhoa de buena gana porque ha resultado ser una imposición. Es más, la desprecian y no quieren saber nada de ella. En cada encuentro familiar, la comunicación es nula. Hola y adiós, esa es toda la atención que llega a recibir la mujer de su padre. Y ni hablar de conocer a sus hijos, porque los Urdangarin Borbón no están interesados en convivir y acoplarse a esta nueva relación. Es cierto que aceptaron conocerla y compartir en ciertas ocasiones, pero es un esfuerzo hecho a medias solo por él. 

Ainhoa Armentia efe

Otro de los problemas que ocasiona fuertes discusiones entre la abogada y el exduque de Palma es la normalidad con la que su familia sigue  tratando a Cristina de Borbón. La relación con la que ha sido su familia política es excelente, especialmente con la madre de Iñaki, Claire Liebaert. Incluso después del divorcio, la belga y la que fuera su nuera se han dejado ver muy unidas. Se muestran cariñosas en público, mientras que con Armentia hay una gran distancia. 

Si a Ainhoa Armentia le parece inapropiado el acercamiento de la infanta Cristina y su suegra, le parecerá todavía peor saber que ellas se consideran a sí mismas como ‘madre e hija’. Es algo contra lo que Iñaki Urdangarin no puede luchar y menos seguir obligando a sus hijos, que ya son adultos.