Decían que no iban a durar y que sería un capricho más de Iñaki Urdangarin, pero el exjugador de balonmano ha demostrado que está muy enamorado de Ainhoa Armentia. Aunque no es la madre de sus cuatro hijos, asegura a sus más cercanos que es la mujer de su vida. Ha encontrado la felicidad que no tuvo en su matrimonio. Aunque Cristina e Iñaki estuvieron más de dos décadas juntos, en su matrimonio habían muchos intereses, hace tiempo que hacía aguas por todas partes y el caso Nóos acabó dinamitándolo, pero se mantuvieron unidos hasta que el exjugador de balonmano decidió vengarse de la corona, Juan Carlos I y Felipe VI fueron los que no hicieron nada por salvarle. El único que pagó con la cárcel. El emérito le prometió que si guardaba silencio, una vez que saliese de allí le financiaría una vida de millonario para que nunca más tuviese problemas.

Iñaki Urdangarin tan solo concedió una entrevista los primeros meses de mayor interés mediático. Contó que tan solo vivía con 900 euros que recibía de la pensión por salir de prisión. Algo que no encaja con su elevado tren de vida de los últimos años. El exduque de Palma viaja prácticamente cada mes, por España o cualquier otra parte del mundo. Se aloja en hoteles de cinco estrellas gran lujo con todas las comodidades. Se gasta miles de euros en compras, cena en restaurantes exclusivos, bebe botellas de champagne de 2.000 euros, y recientemente se ha comprado una vivienda con Ainhoa Armentia en la urbanización más cara de Vitoria, donde también vive la madre de Iñaki, Ciudad Jardín. Los alquileres están a unos 2.000 euros mensuales solo una o dos habitaciones. Los más grandes pueden llegar hasta 5.000 euros mensuales.
La vida de lujo de Iñaki y Ainhoa que no concuerda con una pensión de 900 euros
También es muy sospechoso que desde que Ainhoa Armentia conoció a Iñaki y oficializaron su relación, no ha vuelto al trabajo. Se despidió del bufete de abogados. Ninguno de los dos ha vuelto a trabajar.
Se mantendrían con el dinero que Juan Carlos I le envía a Iñaki Urdangarin desde Suiza, aunque él niegue esas cifras rotundamente. Transacciones millonarias que se realizan todos los meses desde Ginebra para evitar a la Hacienda Pública. Recibió dos millones de euros en concepto de indemnización por renunciar a un libro de memorias que le ofrecieron escribir y a día de hoy ingresa 25.000 euros mensuales hasta el fin de sus días. Ahora el emérito es el encargado de los pagos, pero una vez fallezca será la infanta Cristina quien deba continuar con ellos.
Por otro lado, Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin son asiduos del club de pádel para ricos de Vitoria. Se juntan con las altas esferas. El exjugador de balonmano practica pádel todas las mañanas con su grupo de amigos y luego almuerzan en el exclusivo restaurante. La abogada también va todos los días al gimnasio. Una vida de ricos que con 900 euros sería inviable.
