El pasado fin de semana, el ambiente familiar de los Urdangarin estuvo marcado por un evento que, a pesar de ser muy esperado, no estuvo exento de tensiones. Pablo Urdangarin, hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, celebró su 24 cumpleaños en un ambiente privado, ya que, debido a sus compromisos deportivos, no pudo organizar una gran fiesta. El joven jugador del Fraikin BM Granollers tenía al día siguiente un partido contra el Bathco BM Torrelavega, uno de los rivales más fuertes en la Liga Plenitud. Por cierto, terminó en un empate dramático en los últimos segundos del encuentro.
A pesar de la falta de una celebración formal, Pablo optó por una fiesta en petit comité, en la que estuvieron presentes su madre, la infanta Cristina, su novia Johanna Zott, algunos amigos cercanos y familiares de Johanna. Un ambiente más íntimo y relajado que, sin embargo, estuvo marcado por una notable ausencia: la de su padre, Iñaki Urdangarin.
La tensión en la familia Urdangarin condiciona la lista de invitados al cumpleaños de Pablo
La razón detrás de esta ausencia no es otro que el ambiente tenso que rodea la vida familiar de los Urdangarin desde su separación. Aunque Iñaki sigue siendo un apoyo importante en la vida profesional de Pablo, las diferencias entre él y su exesposa Cristina, sumadas a la nueva relación de Iñaki con Ainhoa Armentia, han complicado las relaciones familiares.
Desde el escándalo que marcó la separación de Iñaki y Cristina, las tensiones familiares han sido evidentes. A pesar de ello, Pablo ha mantenido una postura neutral, evitando posicionarse en el conflicto entre sus padres.
Ainhoa exigió ir al cumpleaños si iba Iñaki Urdangarin
Lo que Pablo, ni ningún Urdangarin ha podido evitar, es la tensión entre Iñaki y Cristina, y tampoco la animadversión mutua que existe entre la infanta y la nueva novia de Iñaki, Ainhoa Armentia. Este abismo es el que propició que Iñaki no estuviera en la fiesta de Pablo.
Ainhoa, por su parte, según nos aseguran fuentes cercanas, exigió ir al cumpleaños si iba Iñaki, alegando que no tiene problemas con Pablo. Pero ni Iñaki ni el joven querían tentar a la suerte de que la velada terminase en batalla campal, teniendo en cuenta que la infanta Cristina sí estaría presente en la fiesta.