Ainhoa Armentia hace dos años que es la novia del cuñado del rey. La secretaria vasca e Iñaki Urdangarin se conocieron en el mismo bufete de Vitoria donde el todavía hoy marido de la infanta Cristina trabajaba de botones al salir de la prisión de mujeres de Brieva. En enero de 2022 una portada con la pareja de amantes paseando por Bidart en invierno hizo público que Cristina de Borbón en lugar de corona llevaba unos enormes cuernos. El matrimonio se separó formalmente aunque hacía meses que no vivían juntos, y ahora firmarán un divorcio que supondrá para Iñaki unos 5000 euros mensuales. Es el precio de su silencio. Ha concedido entrevistas deportivas a TV3 o a la COPE, para recordar a Zarzuela que puede hablar. La fecha límite para firmar el divorcio es abril de 2024, cuando Iñaki acabará su condena por el caso Noos y dejará de vivir en libertad condicional. Será un hombre libre, quiere seguir disfrutando de escoltas y exige a la infanta que los pague. Con 5 mil mensuales, escoltas y la vida asegurada, ¿por qué trabaja en un polígono de mala muerte haciendo de botones en una constructora de diecisiete empleados dedicada a pequeñas obras?
En TardeAR tienen la clave, han hablado con el entorno de la empresa que niega que Iñaki esté empleado allí, pero la revista Semana los ha fotografiado entrando y saliendo del edificio en horario laboral. La versión real es que Ainhoa, que ya no trabaja en el bufete de abogados vascos, gestiona desde septiembre la constructora propiedad de un vecino de Iñaki. Y el ex duque de Palma va al edificio no a trabajar sino para tener un rincón donde dedicarse a hacer lo que sea que hace: escribir sus memorias, repasar el currículum, pedir trabajo o hacer números con la infanta. Ainhoa lo quiere tener cerca. Ella es la clave de la conversión de Iñaki, la persona para quien ha dejado a Cristina y a sus cuatro hijos. Ninguno de los cuatro ha conocido a la novia de su padre en 2 años. No la quieren ni ver, ni cuando Ainhoa visita Catalunya, lugar de residencia de Pablo, el más normal de los hijos. Ella no es como parece. Sedujo a Iñaki tiñéndose de rubio, como Cristina. La vasca en realidad es esta:
Escribe Vanitatis: "La presencia de Ainhoa Armentia en Cataluña es cada vez más habitual, la pareja estuvo en Girona capital y en Viladrau, el pueblo en el que Urdangarin y la Infanta se escondían en sus primeros meses de noviazgo. Eso no quiere decir que la pareja del exduque haya conocido ya a los hijos de su novio. “Eso no entra en los planes de estos niños, ahora están centrados en el bienestar de sus padres y en cuidar a su madre, por ahora no hay nadie más en la ecuación familiar. Por mucho que Pablo Urdangarin viva en Barcelona, a donde su padre se desplaza con asiduidad, todavía no conoce a la novia de este. “Necesitan tiempo todavía” En Telecinco confirman que Claire Liebaert, la madre de Iñaki, a pesar de vivir en Vitoria tampoco ha conocido nunca a Ainhoa Armentia. Sigue considerando a la infanta como su única nuera.
Ainhoa no gusta a la madre de Iñaki, a los hermanos de Iñaki, a los hijos de Iñaki ni a la actual mujer de Iñaki, una infanta Cristina que no firma el divorcio, esperando una reconciliación con el hombre que la ha engañado tantas tantas veces y a quien siempre, como buena ultracatólica, ha acabado perdonando.