Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin pueden disfrutar por primera vez de sus primeras vacaciones en familia. El exduque de Palma conoció a la abogada en el bufete en el que empezó a trabajar cuando recibió la libertad, como parte de su condena. La vitoriana estaba en proceso de divorcio con el padre de sus dos hijos adolescentes, mientras que el matrimonio del guipuzcoano con la infanta Cristina estaba roto, pero aún no habían hablado del divorcio. La hija de Juan Carlos I pensaba que las cosas entre ellos podían arreglarse.
Iñaki Urdangarin inició un proceso de divorcio que duró dos años. La infanta Cristina no estaba dispuesto a ponerle las cosas fáciles. Mientras negociaban los trámites, la hija de Juan Carlos I impuso una cláusula relacionada con sus cuatro hijos. Los jóvenes no podían reunirse con Ainhoa Armentia, una zancadilla a su relación para conseguir que se separasen. No obstante, han demostrado que su amor va mucho más allá. Ya consolidan su noviazgo con tres años de relación, imponiéndose a todos los problemas.
Firmaron el divorcio el pasado mes de enero, y durante estos meses Iñaki Urdangarin ha hecho todo lo posible para que sus hijos conociesen a Ainhoa Armentia. El exduque de Palma viajó a Reino Unido para que conociese a Juan, a Barcelona para conocer a Pablo, a Camboya para ver a Irene y a Ginebra, donde estaba Miguel.
Iñaki Urdangarin elimina la cláusula de la infanta Cristina
Esta es la primera Navidad desde que Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón firmasen el divorcio. La primera en la que ya no existe ninguna cláusula en la que no pueda reunirse con sus cuatro hijos. Por ello, Iñaki ha aprovechado para pedirles a los jóvenes que pasen unos días en su nueva casa de Vitoria, momento que también han aprovechado para ver a su abuela Claire. Parecía que la cena iba a resultar un éxito, pero ha sido todo lo contrario. La tensión se podía cortar con un cuchillo. Los hijos de la infanta Cristina no aceptan a la abogada, especialmente Juan e Irene. La benjamina de la familia fue a la cena, pero se volvió nada más terminar. Lo sentía mucho por su abuela pero no aguantaba ese ambiente, tampoco tiene relación con los hijos de ella.
Sin duda, esta ha sido la peor Navidad para Ainhoa Armentia, quien ve que todavía hay serios problemas en su relación con Iñaki Urdangarin. Al exduque de Palma le costó más de un año ganarse a los hijos de la abogada, y aún así no viven con ellos. La vitoriana no ha conseguido hacerse un hueco en las vidas de los Urdangarin.
