Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia continúan consolidando su relación, un vínculo que ha causado numerosas tensiones, especialmente con la infanta Cristina. La situación entre el exduque de Palma y la hermana de Felipe VI estuvo marcada por desacuerdos importantes, ya que ella no le puso las cosas fáciles. Aunque su matrimonio estaba roto desde hacía años, la infanta impuso varias condiciones destinadas a complicar el romance entre Iñaki y Ainhoa. Una de las cláusulas más relevantes fue que, hasta que el divorcio no estuviera oficialmente firmado, el exjugador de balonmano no podría presentar a su nueva pareja a los cuatro hijos que tuvo con la infanta.

Iñaki Urdangarin Ainhoa Armentia Instagram

El final de su relación matrimonial fue especialmente difícil para Cristina. A pesar de los problemas previos, ella no esperaba una traición tan mediática como las imágenes que se hicieron públicas en las que Urdangarin aparecía paseando de la mano con Ainhoa por las playas de Biarritz. Para la infanta, estas fotos fueron una humillación pública y un golpe emocional inesperado. Aunque seguía enamorada de Iñaki y mantenía la esperanza de una reconciliación, la consolidación de su relación con Ainhoa durante los últimos tres años ha dejado claro que no hay posibilidades de un regreso.

Cuando las fotos salieron a la luz, Iñaki solicitó el divorcio, algo que hasta ese momento había mantenido en secreto. Su alejamiento de la familia Borbón comenzó tiempo atrás, especialmente cuando ingresó en prisión. Urdangarin, quien se siente injustamente señalado, responsabiliza al rey emérito Juan Carlos I de sus problemas legales. Según se comenta, el exmonarca le pidió que asumiera la culpa y aceptara la condena a cambio de una compensación económica vitalicia. Sin embargo, este acuerdo fue uno de los factores que influyeron en su decisión de separarse de Cristina, con quien ya no mantenía un contacto cercano.

La infanta Cristina no quiere facilitar la vida de Ainhoa Armentia 

El divorcio estuvo cargado de tensiones. Urdangarin, decidido a obtener beneficios económicos, recibió una indemnización de dos millones de euros y un acuerdo mensual de 25.000 euros provenientes de cuentas en Suiza. No obstante, Cristina incluyó cláusulas específicas para proteger su patrimonio. Si Iñaki contrajera matrimonio con Ainhoa, perdería todos los beneficios económicos acordados. La infanta no quiere que esta relación prospere, temiendo que, si su exesposo falleciera antes que Ainhoa, ella pudiera heredar esos privilegios.

Durante el proceso de divorcio, también se estipuló que sus hijos no podrían interactuar ni compartir tiempo con Ainhoa hasta que el divorcio estuviera finalizado, marcando otro punto de fricción entre ambos.

Iñaki Urdangarin ha celebrado su primera Navidad con sus cuatro hijos y los dos de Ainhoa Armentia. Por fin ha podido formar una familia, su mayor deseo desde hace tres años. Ahora el siguiente paso es la ansiada boda para formalizar la relación y garantizar el futuro de la abogada. No va a tener miedo a las órdenes de Cristina, ya no hay obstáculos entre ellos. Ha ganado a los Borbón. Se espera una boda por lo civil, muy discreta, este 2025. Año nuevo, vida nueva.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia