Mientras los hijos de la infanta Elena son un absoluto desastre, los de la infanta Cristina son todo lo contrario, educados y con una muy buena prensa. Sin embargo, fuera de cámaras no es oro todo lo que reluce. La separación de sus padres ha hecho mella en algunos de ellos. Mientras Pablo y Juan se lo han tomado bien, Miguel e Irene se han revolucionado y enfrentado a sus padres. Los dos se habían refugiado más en su madre, pero los bandos empiezan a cambiar tras las últimas polémicas.
La infanta Cristina no está pasando su mejor momento. Ha quedado retratada como una mujer humillada. Cada vez más sola, como la reina Sofía. Vive en Ginebra con su hija menor, pero no se descarta que en un futuro se instale de nuevo en Barcelona o incluso en Madrid. Ahora prefiere Suiza para alejarse del foco mediático y más cuando se habla del difícil divorcio entre los protagonistas de esta historia y la posibilidad de una futura boda de Iñaki Urdangarin.
Iñaki Urdangarin está muy enamorado de su nueva pareja. Llevan más de un año de relación y están como dos adolescentes. No pueden vivir el uno sin el otro, aunque todavía no comparten piso. Ella vive con sus dos hijos adolescentes y él con su madre. Solo duermen juntos los fines de semana que los hijos de la abogada están con su padre.
Irene Urdangarin enfadada con la infanta Cristina por culpa del viaje de fin de curso
El exduque de Palma ha puesto numerosas cláusulas que le benefician considerablemente en el inminente divorcio, pero la infanta Cristina tampoco se ha quedado callada. Hasta que no estampen la firma en los papeles, ha pedido a Iñaki que sus cuatro hijos no se acerquen a Ainhoa Armentia, además le prohibe preparar ninguna boda con ella.
Mientras Pablo y Juan se muestran educados con Ainhoa Armentia, Irene podría posicionarse en el bando de su padre después de no dirigirle ni la palabra. Según medios de comunicación como Monarquía Digital, la más joven del clan estaría enfadada con su madre por no dejarle acudir al viaje de fin de curso del prestigioso colegio suizo en Mykonos.
La infanta Cristina tiene sus razones, y es que Irene Urdangarin no es una ciudadana más. El apellido Borbón pesa sobre ella. Uno de los motivos es porque a día de hoy aún es menor de edad, cumplirá los años el próximo 5 de junio. Pero el más importante es porque los paparazzis les controlan y teme que le acosen y hagan preguntas impertinentes, incluso aparezcan fotografías de ella disfrutando de la fiesta con sus amigos. Tienen que evitar situaciones polémicas.
Cristina de Borbón tiene claro que sus hijos no son como los de su hermana. "Cristina siempre ha querido ser muy discreta en los pasos que ha dado en su vida familiar, y por eso tampoco quiere que sus hijos estén en un foco mediático que conduzca a situaciones deleznables”. Irene Urdangarin está muy enfadada con su madre porque le gustaría estar con sus amigos disfrutando de este viaje inolvidable por el fin de una etapa. “Cristina tiene miedo de que critican los actos de sus hijos, y por eso les protege mucho”, dicen las fuentes consultadas por Monarquía Digital.