Felipe ha cumplido esta semana 56 años, por primera vez más cerca de los 60 que de los 50. No es un hombre viejo pero sí un hombre mayor, casi sexagenario. Si el jefe de Estado más poderoso del Planeta tiene 81 años, Joe Biden, Felipe se puede considerar joven, pero tratándose de un cargo vitalicio como el suyo (reinará hasta que muera excepto si abdica o queda incapacitado) su salud es una cuestión de Estado. Por eso convencieron a Juan Carlos de que abdicara: no solo las amantes o la corrupción lo empujaron a soltar la Corona. También una famosa Pascua Militar donde no podía ni leer un discurso, se quedó mudo, vacilante y medio aturdido, fruto de noches sin dormir o del inicio de cierta demencia senil. Un destacado monárquico como José Antonio Zarzalejos evitó la palabra maldita, Alzhéimer, pero aseguró que: "Juan Carlos tiene una percepción de la realidad distorsionada. Me lo han confirmado más de tres personas. Es un hombre con lapsus de memoria, pero sobre todo con un principio de deterioro cognitivo progresivo. Por eso no percibe como reprobable todo lo que ha hecho". Felipe también tiene problemas de salud. Y un diario poco sospechoso de antimonárquica, El Español, lo destaca: La mano izquierda de Felipe, morada.
En la última aparición pública conjunta de Felipe y Letizia, recibiendo a todo el cuerpo diplomático, la reina estaba nerviosa y perdió la pulsera, y el rey tenía la mano izquierda extraordinariamente morada. El contraste entre las dos extremidades, la derecha de color carne y la izquierda muy roja, daba miedo. Todo el mundo sabe que una mano muy morada es un síntoma de mala salud, de problemas graves de circulación. Más allá de las bromas, que la mala relación con Letizia por el asunto Del Burgo ha disminuido sus relaciones íntimas y que Felipe utiliza más la mano que de costumbre, lo cierto es que un problema de salud del jefe del Estado despierta la alarma de los diarios monárquicos. ¿Qué le pasa a Felipe? Sus problemas con las manos vienen de lejos.
El secretismo sobre la salud del jefe del Estado esconde una enfermedad de Felipe que reveló en exclusiva de EN Blau. Será por estrés, será que se muerde los dedos de los nervios o será otra enfermedad minoritaria pero en muchos actos oficiales aparece con las manos sangrando. Como si se autolesionara. Algunos médicos lo han diagnosticado: sufre onicofagia: el mal hábito de comerse las uñas compulsivamente que comporta problemas en los dientes, como demostró una foto con dientes amarillos de Felipe, deformaciones en la cutícula, verrugas e infecciones. El jefe del Estado en un acto de entrega de premios empresariales saludó con la mano llena de heridas, las puntas de los dedos moradas que sangraban. Peor imagen que las tiritas que a menudo se pone en los dedos para esconder la enfermedad.
El digital monárquico atribuye la mano morada a una supuesta lesión jugando a pádel del rey. Esta es la versión oficial que todos los medios repiten, ocultando el problema de las manos ensangrentadas, las tiritas en los dedos y el comportamiento nervioso compulsivo que implica del jefe del Estado. Cuando Biden tiene un lapsus, todos corren a destacarlo. Cuando el jefe de Estado español tiene problemas evidentes, lo silencian. Felipe sufre una enfermedad nerviosa que le hace morderse los dedos y las uñas hasta sangrar. Y ahora aparece con una mano muy morada y visiblemente afectado. Se entiende mejor a la vista del escándalo Del Burgo. Felipe recibe no solo presiones de los monárquicos para incumplir la Constitución y no proponer a Pedro Sánchez de presidente. También recibe presiones en casa donde su esposa se metía en la cama con su cuñado y amigo íntimo. La enfermedad de Felipe tiene un nombre: Jaime del Burgo.