No hay Casa Real europea que vaya a pasar unas Navidades tranquilas. Amalia de Holanda recluida por culpa de la mafia, el Rey Felipe que no podrá apenas comerse las uvas porque le saldrá un avión a las dos de la madrugada, 'La Firma' rota por culpa de Meghan Markle y Harry, Margarita de Dinamarca que no se comerá el pavo navideño con ninguno de sus hijos... La cosa parecía que en Noruega iría bien, pero tampoco. Cada monarquía es un caos, y la de Noruega no se salva. Tiene al chamán por ahí en medio y hoy se ha sabido que el rey Harald V tampoco estará en sus mejores condiciones. Veremos si puede tomarse las típicas costillas de cerdo y de cordero curadas del día 24 o tiene que tomar comida de hospital. Porque sí... lo está pasando mal. Está ingresado.
De 85 años, Harald V -padre del príncipe heredero Haakon- ha sido ingresado por culpa de una infección. Según el parte médico, se encuentra estable y está siendo tratado con antibióticos en el Rikshospitalet de Oslo, la capital de Noruega. Lleva allí unos cuantos días, pero nada hace indicar que esto pueda acabar en desastre. Eso sí, pasará unas navidades entre algodones.
Su hijo y su pareja, preocupados
Ejerciendo las funciones de regente por motivo de la inoperancia del rey, Haakon se ha desplazado junto a la reina consorte Sonja hasta el hospital donde se encuentra Su Majestad. Cazados por la prensa noruega, esposa e hijo han sido fotografiados acercándose al Rikshospitalet con lo que parecía que era un Audi. No quieren alertar a nadie, pero esta visita ha puesto el grito al cielo en alguno de los periodistas de la Casa Real. Según consta, todo sigue igual en Palacio.
Un 2022 muy ajetreado
Harald V no ha parado en este año. Sus 85 tacos empiezan a pesar y, tal y como lo hemos visto este año, no podrá aguantar mucho más. El ritmo de la Casa Real noruega es frenético y, o cede algunas de sus funciones a Haakon, o las pasará canutas. Otra opción sería abdicar, pero de momento eso está más que descartado en el país escandinavo. Ochenta y cinco años dan para mucho, y más en un hombre, que suelen tener menos esperanza de vida que las mujeres, pero con la edad no se puede jugar: no es sano que tenga Harald tantas cosas que hacer. Premios Nobel de la Paz, audiencia con el Primer Ministro de Noruega, regatas en vela... No se puede estar en misa y repicando. Hay que descansar, SM.
Un rey olímpico
Lo que llama la atención de Harald es su amor por la vela. Es el único monarca europeo (y seguramente también mundial) que ha participado en unos Juegos Olímpicos. Y no lo ha hecho en una ocasión, sino en tres. En los años 1964, 1968 y 1972 (aunque aún no era rey, pero sí de la Familia Real), Harald luchó la medalla repetidamente, pero no pudo. Eso sí, no se vino abajo y ganó la Copa del Mundo de Vela en el año 1987, menos de 4 años antes de proclamarse como rey de Noruega. Dicen que quien la sigue, la consigue. Y un claro ejemplo de ello es Harald. De esta también saldrá. ¡Ánimo, Su Majestad!