La princesa Leonor ya hace unas cuantas semanas que subió a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano. La princesa y sus compañeros de la escuela naval de Marín siguen con su instrucción en alta mar después de que los papis Felipe y Juan Carlos despidieran a la heredera entre lágrimas. Después del adiós tronado y lleno de pompa y circunstancia, la joven subió a bordo, donde los primeros días ya se ha mareado, ya ha limpiado las paredes del barco, y ya ha cerrado filas con el resto de salvamarinas de su promoción. Una Leonor que en esta aventura marítima recorrerá en seis meses hasta ocho países a bordo de este barco de la armada española: Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, la República Dominicana y los Estados Unidos. Y justamente antes de que llegue a Brasil se han encendido todas las alarmas en Zarzuela.
Casa Real está preocupada antes de llegar a Brasil por lo que informan algunos medios extranjeros y recoge la revista Lecturas. De hecho, algún medio, como el argentino Caras, "ha reparado en algo que podría suponer una amenaza para la joven heredera al trono de España" i de "posible peligro del viaje de la princesa Leonor". Y es que el viaje de la princesa Borbón no está siendo igual de plácido que el que hizo en su día, en el mismo barco, su padre Felipe, cuando era él quien protagonizaba la formación marina. Y es que ahora Leonor, se encuentra en una época donde las redes son seguidas por millones de personas, donde todo el mundo quiere inmortalizar y mostrar imágenes, donde a pesar del hermetismo de Zarzuela y la voluntad de mantenerla como en una especie de burbuja, tienen más acceso a ver a la heredera en actitud o situaciones peculiares. Y Casa Real tiembla.
Las alarmas se han encendido por la "inesperada presencia de una embarcación privada que viene siguiendo la misma ruta desde su partida en Cádiz”. Como diría a la gente joven de ahora, qué cringe tener un barco que los va siguiendo. "Este hecho encendió todas las alarmas en la seguridad de la Casa Real". Un barco que es propiedad de un empresario madrileño, y que “transporta a un grupo de pasajeros que también planificaron un recorrido paralelo al del buque escuela”. Las autoridades parece que han descartado una amenaza directa, "pero el hecho de que estuviese tan cercano al buque generó preocupación, sobre todo por el miedo a que se pudiesen filtrar imágenes no autorizadas de la princesa y sus compañeros guardiamarinas”. ¿Conclusión?: se ha obligado a la embarcación “a reforzar las medidas de seguridad. Este barco de momento mantiene una distancia prudencial respecto a Elcano, pero su constante presencia hizo que la Armada tomase precauciones”... Estaremos atentos.