Una de las personas que más preocupa a los ciudadanos noruegos es su princesa. Mette-Marit, mujer de Haakon, hace tiempo que hace sufrir a sus vecinos debido a los problemas de salud que arrastra de un tiempo a esta parte, y no solo eso. Porque últimamente, su hijo, Marius Borg, también la tiene con el corazón en un puño. Recordemos que durante el año pasado, detuvieron hasta cuatro veces a su primogénito, que incluso estuvo una semana en la cárcel después de ser acusado de diferentes delitos sexuales, con una orden de alejamiento de su ex incluida. El mismo Borg lo reconocía, y lo justificaba a los problemas que tiene por el consumo de estupefacientes que lo hicieron ingresar en una clínica de rehabilitación. Tanto Haakon como Mette-Marit no han querido pronunciarse demasiado sobre esta espinosa cuestión, refiriéndose lo mínimo posible y limitándose a decir que "ha sido duro, no hay nada más que decir. Creo que ha sido muy duro para todos nosotros". Mal momento personal, vía hijo, que no ayuda precisamente, dado el otro gran problema que arrastra, este de salud. Unos problemas que vienen de lejos.
Mette-Marit estuvo hasta no hace mucho de baja médica a causa de la fibrosis pulmonar crónica que sufre. De hecho, la Casa Real noruega emitió hace poco un comunicado informando de que reanudaba su tratamiento, que puede tener bastantes efectos secundarios para la princesa. La mujer de Haakon no está pasando por una buena época, y ahora ha vuelto a tener un aviso con respecto a su salud. No parece gravísimo, pero con ella, toda precaución es poca y se le quieren evitar malos mayores a la mínima que haya algún síntoma de que encienda las alarmas. Que es lo que ha pasado este martes en Oslo.
Nueva sacudida, nueva ocasión en que su agenda ha tenido que sufrir cambios forzados. Y no es la primera vez: "A menudo, se ve obligada a paralizar su agenda oficial por su propio bienestar. Algo que ha pasado en las últimas horas y que ha hecho saltar las alarmas dentro de su país", indican en la revista Semana. Por lo visto, Mette-Marit tenía una cita oficial en la capital noruega, en Oslo, pero se ha tenido que ausentar. Según el director de comunicaciones de la Casa Real de Noruega, el motivo ha sido que "La Princesa heredera está enferma con síntomas de resfriado y lamentablemente ha cancelado el acontecimiento de hoy". Y es que a pesar de tratarse, a priori, de un simple resfriado, una cosa tan simple como eso puede suponerle "un verdadero problema".
El príncipe heredero no ha tenido más remedio que ir solo, sin su mujer, al centro de congresos de Oslo donde se ha celebrado un acto de la Asociación Noruega de Deportes en solitario. Veremos qué pasa con la próxima aparición que tiene agendada Mette-Marit y en qué estado de salud se encuentra. La princesa tiene un nuevo acto el próximo jueves 30 de enero, y espera que no tenga que seguir cancelando más compromisos "y que este resfriado no vaya a más, protegiéndose del frío y descansando".