La Corona española siempre ha parecido detestar a Catalunya. Juan Carlos hacía ver que entendía a los catalanes pero en el momento de escoger nombre a su único hijo dejó claro que se reía. De todos los nombres posibles escogió Felipe. El peor rey para los catalanes fue Felipe V, el del asedio de 1714. Una ofensa de origen que Felipe VI ha arrastrado hasta su muerte civil en Catalunya: el discurso del 3-O, "A por ellos" dirigido a media Catalunya independentista. Ni una palabra de la brutalidad policial contra la población civil. Aquello fue cierto final de su reinado.
Felip nunca se ha arrepentido de aquel discurso y amenaza repetirlo: "Si tengo que volver a hablar, hablaré". No abundan los famosos catalanes, ymenos aún españoles, que ponga nombre a la ofensa de aquellas palabras. Ha sido Albert Pla en una entrevista en El Periódico. Por fin alguien se moja: "No vi el discruso del 3-O en directo, lo leí después. ¿Qué me pareció? Pues una declaración de guerra en toda la regla. De hecho, todos los discursos del Rey sirven tanto para una declaración de guerra como para subir el precio del pan o para declarar los toros como fiesta nacional Discursos copiados".
De promoción de su libro España en guerra reconoce que no lo quieren traducir al castellano y reparte contra todo. El Ejército: "Los militares son asesinos. Cogen niños para abusar. Son abusadores de menores. Los cogen y los enseñan a matar. Son pederastas". Los políticos: "En el libro hay un "líder cocainómano" de cierto partido catalán no independentista. Los personajes son muy identificables porque no hay otros." Albert Pla, imprescindible.